De aprobarse la obra, la Autopista Norte tendría una circulación más fluida. El proyecto busca extender la Av. Boyacá entre las calles 170 y 183.
La alcaldesa Claudia López, quien ha sido una defensora acérrima de no realizar obras en la reserva natural Van Der Hammen, anunció que propondrá intervenirla para ampliar la Av. Boyacá hacia el norte. Este aviso sorprendió a muchos.
Así las cosas, para realizar la obra, se sustraerían 20,87 hectáreas de las 1.395 con las que cuenta la reserva forestal. No obstante, también vendría una compensación con la adquisición y restauración de 62,49 hectáreas para la zona. De igual manera, se incluye el mantenimiento durante, por lo menos, tres años, dijo López.
Y es que, el objetivo con el proyecto es extender la Avenida Boyacá desde la calle 183 hasta la Avenida Guaymaral (calle 235). Esta última se conecta con la Autopista Norte. De este modo, se espera que la construcción empiece en 2024.
Descongestión de la Autonorte
José Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional le dijo a La República que esta obra, “ayudaría a descongestionar la Autopista Norte, permitiría una mayor conexión con Cota”.
Sin embargo, resaltó que “desafortunadamente queda la sensación que se incumplió la promesa de campaña, porque se ‘pellizca’ una parte de la reserva, a pesar de la conveniencia de la obra”.
En cuanto a movilidad, esta intervención contribuiría a aliviar los trancones descomunales que se generan en la Autopista Norte por la salida de Bogotá. En tal sentido, miles de vehículos podrían movilizarse por la nueva vía alterna, la Boyacá, de darse la obra.
Este proyecto consiste en realizar una intersección que conectará la calle 183, desde la Avenida Boyacá hasta la Autonorte. Así las cosas, tendrían una longitud aproximada de 1,3 km, cuatro calzadas con dos carriles, una ciclorruta bidireccional en el separador central y andenes en los dos lados de la vía. Además, incluiría pasos peatonales semaforizados.
¿Solución de movilidad?
El Distrito ha manifestado que la mayoría de la reserva no se tocará y que la ampliación de la avenida es esencial para dar solución al problema de movilidad que se presenta desde hace décadas.
“Elevamos a superior jerarquía en estructura ecológica, quitamos la ALO norte y otras 10 vías, conservamos por acuerdo 73 hectáreas y sembramos 53.000 árboles, el mayor bosque urbano sembrado por cualquier Alcaldía”, expresó la alcaldesa.
Entre tanto, la Secretaría de Hábitat resaltó que con más vías también se amplían las redes de alcantarillado y así se reducen riesgos de inundaciones en el norte de Bogotá. “Con la extensión de la Av. Boyacá se garantiza el desarrollo de las redes de alcantarillado sanitario y pluvial requeridos para reducir las inundaciones”, apuntó.
Por lo pronto, habrá que esperar cuál será la decisión final sobre la licencia ambiental de la vía. Cabe anotar que, según la Alcaldía Mayor de Bogotá, el área de sustracción sólo va a afectar predios donde se desarrolla ganadería, cultivos y áreas de dotación deportiva, por lo que no afectaría a vegetación nativa.
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Paola Reyes Bohórquez. Fuente: La República.
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