Luego de ponerse a la venta, el Mazda 2 Carbon Edition 2.0 se presentó a la prensa nacional en Medellín, donde lo manejamos y disfrutamos. Primeras impresiones.
Una de las más importantes novedades del mercado automotor en lo corrido de este año es el Mazda 2 Carbon Edition 2.0, o como más comúnmente se ha conocido, el Mazda 2 con motor de 2.0 litros. Esta variante ha causado gran curiosidad por la promesa de un desempeño muy interesante, siendo este un carro tan pequeño y liviano. Ahora, lo comprobamos personalmente.
Un mes después de ponerlo en venta, la marca presentó al nuevo modelo a la prensa nacional en Medellín. Allí tuvimos ocasión de conducirlo en un recorrido desde el Aeropuerto José María Córdoba, en Rionegro, hasta el Aeroparque Juan Pablo II de Medellín, por la vía tradicional y Las Palmas (no por el túnel), ida y vuelta. Unos 68 kilómetros en total.
Es una vía ideal para tener un primer contacto con este vehículo, más prestacional y capaz que sus hermanos con motor de 1.5 litros. Todo lo que en el papel parecía bueno, se confirmó y en efecto, sí es el carro divertido y emocionante que esperábamos. Aunque, de ahí a que sea un deportivo como tal, hay una gran distancia.
Mazda 2 Carbon Edition 2.0: a simple vista
Rápidamente, hagamos un repaso a los detalles que permiten identificar desde afuera al Mazda 2 Carbon Edition 2.0. Partiendo de la más reciente actualización del Mazda 2, este modelo comparte la parrilla frontal en negro brillante y los rines diamantados con la versión Grand Touring LX, con algunos detalles adicionales. Se ve bien, sutilmente agresivo.
Incluye entonces espejos retrovisores con carcasa negra, el techo forrado en símil de fibra de carbono en color negro y doble salida de escape para darle un aspecto deportivo al carro. En este punto hubiéramos querido que el techo, realmente, estuviera pintado en negro. Y hay que mencionar el nuevo color Gris Aéreo, que reemplaza al antiguo Plata Estelar.
Adentro, es un Mazda 2 como ya lo conocíamos, pero con inserciones en Alcántara y decoraciones en tono rojo contraste, tanto en el tablero como en los asientos. La verdad, luce muy bien. Peca por el Mazda Connect antiguo, el freno de parqueo manual y la ausencia de un descansabrazos central delantero.
Primeras impresiones a bordo
Ahora, veamos qué tal se maneja este Mazda 2 Carbon Edition 2.0. Lo más importante es su nuevo motor de 2.0 litros, 141 hp y 186 Nm de torque desde 2.800 rpm, acoplado a una caja automática de 6 velocidades con modo Sport, y levas de cambio tras el volante. Esto resulta en una relación peso/potencia de 7,94 hp que le favorece mucho y que le hace, de verdad, muy prestacional.
El manejo es sumamente cómodo y responsivo, con una dirección precisa y una suspensión muy bien ajustada, logrando altas velocidades a bajas revoluciones sin llegar a ser un deportivo de «pura sangre». Por eso, su ambiente ideal siempre será la carretera, donde podrá realmente «sacársele el jugo» a este conjunto motriz.
Además, resalta mucho en curvas, donde el carro se tiene bastante bien y logra darle mucha emoción al manejo, haciéndolo más divertido de lo que ya era el 1.5. Esto, y la respuesta del conjunto motor/caja, son sus mayores virtudes. Y claro, se siente mucho más al activarse el modo Sport, que modifica las relaciones de caja para dar una sensación más deportiva.
Apuntes al azar
Siendo este un primer contacto con el Mazda 2 Carbon Edition 2.0, y no todavía una prueba a fondo, queremos señalar algunos aspectos al azar que encontramos en este auto:
- Por el recorrido en el que se hizo el manejo, totalmente programado y bajo el control de la marca y la organización del evento, no fue posible medir aceleración de 0 a 100 km/h, uno de los datos que más preguntan sobre este vehículo.
- Los consumos son presumiblemente altos. Según la marca, y así lo vimos en la ruta, está en torno a los 40 km/galón en ciclo mixto pero puede subir hasta los 32 km/galón. Es normal: es un motor más grande y está hecho para exigirle más.
- No hay una suspensión deportiva, pero sí un excelente desempeño del motor. Así, el manejo es divertido, pero decir que es un carro «deportivo» o un «hot hatch», no es correcto.
- Es un carro que, como dijimos, se disfruta realmente en carretera. Si lo va a comprar para usarlo en su mayoría en ciudad, va a desaprovechar el extra de potencia. En ese caso, es mejor cualquiera de las versiones de motor 1.5.
- Por el precio del carro, y siendo una versión tope de gama, se espera un freno de parqueo manual y un descansabrazos central delantero. Lo que sí hay, es CarPlay inalámbrico, cargador inalámbrico de celulares y sensor de punto ciego y tráfico cruzado trasero.
- El doble tubo de escape en realidad no lo es. Es uno solo, pero se divide en dos salidas para darle aspecto deportivo al carro. Detalle cosmético, más que nada, pero funciona.
- El interior se percibe mejor acabado y con cierto aire racing. Sin embargo, hubiera sido ideal un techo de color negro que hiciera juego con el resto de tapicería y accesorios.
- Entendemos que los frenos de tambor atrás son «normales» en carros de este segmento, al menos para la industria automotriz. Pero, sin duda, el ideal serían unos frenos traseros de disco.
- La marca espera que este modelo represente el 30% de las ventas totales del Mazda 2 Sport, o mejor dicho, del hatchback. Una meta ambiciosa, teniendo en cuenta su alto precio.
Precio de venta
Esperamos pronto tener la posibilidad de una prueba más a fondo con este Mazda 2 Carbon Edition 2.0, en la que podamos darles apreciaciones mucho más completas sobre nueva versión. Viene a refrescar un modelo que cumple ¡10 años!, pero se mantiene vigente como el primer día. No en vano, el diseño Kodo de Mazda permite soportar muy bien el paso de los años.
Disponible en colores Rojo Diamante, Azul Metálico, Machine Gray, Blanco Nieve Perlado y Gris Aéreo, tiene un alto precio de $97.450.000, vigente en marzo de 2024. Su principal rival: el Volkswagen Polo GTS.
Textos y fotos: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
Asistimos a la presentación del Mazda 2 Carbon Edition 2.0 en Medellín gracias a una invitación de Mazda de Colombia.
