El viejo continente avanza contrareloj en su objetivo de prohibir los autos a combustión en 2035. Por eso se plantean opciones.
Las predicciones de los expertos apuntan a que Europa no podrá evitar que se vendan autos a combustión después de 2035. Esta titánica decisión se aprobó en 2023 por la Unión Europa (UE) pensando en avanzar lo más pronto posible en el camino de la neutralidad de carbono, pero los planes están presentando dificultades en el camino.
Aunque con dudas por parte de varios actores de la industria y mercado automotor europeo, hace dos años se hizo oficial el estamento que establecía la prohibición de vehículos a combustión en 2035, a favor de los eléctricos. Sin embargo, el mercado EV no creció como se esperaba y en cambio los resultados de 2023 y 2024 revelaron que sus ventas se redujeron.
La situación además, desembocó en una crisis financiera al interior de varios importantes automotrices como el Grupo Volkswagen y Stellantis. Los altos costos de producción de sus modelos eléctricos y las débiles ventas, les han dejado pérdidas y como consecuencia, varios centros de producción podrían cerrar y dejar a un gran número de trabajadores sin empleo.
Autos a combustión tienen esperanza en Europa
Frente al caos, la Unión Europea en cabeza de Ursula von der Leyen aplicará un plan de acción que permitirá estimular el crecimiento de los autos eléctricos en el viejo continente sin aflojar en los objetivos de neutralidad de carbono, que apuntan a alcanzar su punto máximo en 2050, cuando no debería existir ningún tipo de vehículo que use combustibles fósiles.
Aún así, la comunidad política debe aceptar que, por lo menos, la prohibición de la venta de autos nuevos a combustión para 2035, no es realista y ya no será posible. Aferrándose a su filosofía ambientalista, la UE buscará en los combustibles sintéticos una solución que permita la reducción de las emisiones contaminantes, tanto como sea posible.
Dicho «plan integral» que debería estar listo antes del 5 de marzo de este año, incluirá medidas para suavizar los objetivos climáticos, reducir o compensar las multas de emisiones a empresas y se establecerá la necesidad de hacer de los combustibles sintéticos un elemento clave para lograr los objetivos de neutralidad de carbono.
El Partido Popular Europeo (PPE), que reune a países como Alemania, Francia, Italia y España, ha abogado por revertir la prohibición de 2035. El principal argumento es que, mantener esta restricción impone una presión sin precedentes sobre la industria automotriz europa y son, justamente, partidiarios de los biocombustibles como una alternativa de bajas emisiones.
La situación continúa evolucionando, y es probable que se produzcan más debates y ajustes en la política europea sobre el tema en los próximos años, abriéndose un nuevo capítulo en esta historia.
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Jessica Paola Vera García.