El CEO de Stellantis criticó duramente la solicitud de la ACEA para posponer las normas de emisiones de CO2 que entrarán en vigor en 2025.

A partir del 1 de enero de 2025, los fabricantes de carros que operan en Europa deberán cumplir con un nuevo límite de emisiones de CO2, reduciendo la media de 116 a 94 g/km. Aquellos que no logren esta meta enfrentarán multas de hasta un euro por cada gramo de CO2 que exceda el límite, multiplicado por el número de carros vendidos.

La solución para evitar estas sanciones parece clara: aumentar las ventas de vehículos eléctricos, que no generan emisiones directas. Sin embargo, la ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles) ha pedido a Europa que posponga la implementación de estas normas, argumentando que los fabricantes aún no están listos.

En su comunicado, la ACEA afirmó que «una revisión sustancial de la regulación del CO2 será esencial para evaluar los avances reales, no la ambición de reducciones y adoptar las medidas adecuadas». Esta petición, sin embargo, no ha sido bien recibida por todos. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, se ha mostrado especialmente crítico con la posición de la asociación.

Stellantis-Leapmotor

La crítica de Stellantis

Carlos Tavares, CEO de Stellantis, conocido por su carácter directo, no ha tardado en expresar su descontento con la solicitud de la ACEA. “Sería surrealista cambiar las reglas europeas ahora. Todos conocen las reglas desde hace mucho tiempo, todos tuvieron tiempo de prepararse y ahora estamos apurados”, señaló en una entrevista con la agencia France Press.

Stellantis, que no es miembro de la ACEA desde 2022, ha estado preparándose para las nuevas normativas, ajustando su producción hacia una mayor oferta de carros eléctricos. Tavares criticó la falta de previsión de otros fabricantes, sugiriendo que la urgencia actual es resultado de no haber planificado con antelación.

“Ahora tenemos carros eléctricos, nos hemos organizado para hacer las ventas necesarias, estamos pisándole los talones a Tesla y nos dicen que habrá desastres. Pero deberíamos haber pensado en eso antes, ¿no?”, comentó el CEO, en clara referencia a los comentarios de la ACEA y su presidente, Luca De Meo, quien también dirige el Grupo Renault.

Las preocupaciones de la ACEA no son infundadas. De Meo destacó que los fabricantes europeos podrían enfrentarse a multas de hasta 15.000 millones de euros si no logran cumplir con las estrictas normas de emisiones.

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Multas millonarias

Es de anotar que para evitar estas sanciones, los fabricantes necesitarían reducir su producción en más de 2,5 millones de vehículos. Aunque los carros eléctricos pueden compensar las emisiones de varios vehículos de combustión, la transición hacia la movilidad eléctrica sigue siendo lenta en muchas empresas.

La situación se complica aún más para grupos como Volkswagen. Oliver Blume, su director general, ha advertido que las ventas de autos en Europa están disminuyendo, mientras los competidores asiáticos ganan terreno rápidamente. Además, el fin de los subsidios gubernamentales para la compra de vehículos eléctricos en varios países europeos plantea un nuevo desafío para la industria.

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Paola Reyes Bohórquez. Con información de France Press.