BYD inauguró su megafábrica en Camaçari, estado Bahía, en Brasil. Con una inversión billonaria, comenzará el ensamblaje de híbridos y eléctricos.
Luego de meses de expectativas, BYD dio el paso definitivo. Su fábrica en Camaçari, estado de Bahía, Brasil, y antiguamente ocupada por instalaciones de Ford, fue oficialmente inaugurada para montaje nacional de vehículos eléctricos. Con un desembolso billonario y una extensión de 4,6 millones de metros cuadrados, el complejo representa la apuesta más ambiciosa de la empresa china en América Latina hasta ahora.
La puesta en marcha coincide con el ensamblaje de los primeros vehículos con chasis brasileño. Esto, mediante el sistema Semi Knock-Down, SKD, en el que las unidades llegan parcialmente armadas desde China y se finalizan en Brasil. Lo anterior, permitirá el despacho a concesionarios en cuestión de días.
Aunque la construcción de la planta se inició en marzo de 2024 y desde julio algunas operaciones ya estaban activas en modo piloto, esta inauguración formal refuerza el mensaje de BYD de su compromiso con Brasil como eje industrial de su expansión latinoamericana.
Así es la fábrica de BYD en Brasil
La fábrica consta, en esta primera etapa, de 156.000 metros cuadrados operativos dentro de un plan de 26 instalaciones proyectadas, donde se ensamblarán tres modelos: el eléctrico Dolphin Mini y los híbridos King y Song Pro. Muchos componentes seguirán siendo importados, aunque ya hay partes nacionales como neumáticos que se usan localmente.
Con proyección hacia 2026, BYD planea localización progresiva, es decir, incorporar estampado, soldadura, pintura, ensamblaje de baterías y motores eléctricos en Brasil, reduciendo su dependencia de componentes importados. Durante la ceremonia de inauguración, el fabricante asiático presentó su primer vehículo híbrido enchufable flex-fuel, desarrollado entre Brasil y China. Según la compañía, su desarrollo está casi concluido.
Seis unidades experimentales de este sistema fueron aplicadas al SUV Song Pro, incorporando un motor de 1,5 litros tipo DM-i adaptado para operar con etanol o gasolina. Dichas unidades se podrían exhibir durante la COP30. Este desarrollo responde a una demanda específica del mercado brasileño, donde el etanol es combustible común, y podría marcar la diferencia frente a otros vehículos eléctricos que dependen completamente de baterías.
Proyección de producción
La aspiración inicial del gigante chino es producir 150.000 unidades al año, con proyección de duplicar esa cifra a 300.000 unidades en una segunda fase, aunque BYD no ha señalado cuándo alcanzaría ese techo. Las líneas de montaje están diseñadas con flexibilidad para fabricar modelos eléctricos e híbridos simultáneamente.
En cuanto al personal, la fábrica aumentó su plantilla en octubre con 350 nuevos contratados, para un total de 1.800 empleados, y proyecta incorporar 2.000 más en las semanas siguientes. Además, ha enviado equipos a China para capacitación técnica en las líneas de montaje.
Hay que anotar que, a nivel global, entre enero y julio de 2025 BYD vendió 2,49 millones de vehículos, un crecimiento del 27,4 % interanual, y duplicó sus entregas al extranjero respecto al año anterior. No obstante, enfrenta ciertos desafíos, pues algunas versiones recientes indican que las ventas globales están mostrando signos de estancamiento, con un crecimiento de solo 0,1 % en agosto frente al mismo mes del año anterior.
Paola Reyes Bohórquez.