Las baterías de sodio de HiNa podrían destronar al litio en la movilidad eléctrica. Más baratas, ultra rápidas y resistentes a temperaturas extremas.
La industria automotriz se encuentra en un punto donde busca soluciones sostenibles y accesibles. En este contexto, HiNa Battery, fundada en 2017, marcó un logro al desarrollar baterías de iones de sodio que prometen transformar la movilidad eléctrica. Esta tecnología no solo reduce costos de producción, también mejora el rendimiento en condiciones extremas.
Y es que, mientras gigantes como CATL, BYD y Stellantis exploran baterías de sodio para almacenamiento energético, HiNa ya va avanzada y con pasos agigantados en su aplicación para vehículos eléctricos. En solo cinco años, logró lanzar el Sehol EX10, el primer auto con batería de sodio.
El Sehol E10X es fruto de la colaboración entre HiNa y Sehol, una marca conjunta de JAC y Volkswagen Anhui. Este vehículo compacto incorpora una batería de sodio de 25 kWh con una densidad energética de 120 Wh/kg, ofreciendo una autonomía de hasta 252 km según el ciclo CLTC. Además, admite cargas rápidas de 3C a 4C, lo que permite recargar completamente la batería en aproximadamente 20-25 minutos.
Innovadora batería
Así las cosas, la nueva batería ‘Haixing’ de HiNa representa un avance significativo, alcanzando una densidad energética superior a 165 Wh/kg y manteniendo su eficacia en temperaturas que oscilan entre -40ºC y 45ºC. Esta característica la hace especialmente adecuada para vehículos comerciales que operan en diversas condiciones climáticas.
A esto se suma que puede soportar más de 8.000 ciclos de carga rápida sin una degradación notable, lo que subraya su durabilidad y eficiencia. Por lo anterior, HiNa anunció que próximamente integrará estas baterías en cuatro modelos de vehículos eléctricos: K150 y K210, enfocados en el transporte urbano de corta distancia, y K280 y K350, destinados al transporte logístico.
Así mismo, esta tecnología ya se ha implementado en vehículos eléctricos de dos ruedas y sistemas de almacenamiento energético, ampliando su alcance en el mercado. Dentro de las ventajas de estas baterías de sodio, frente a las de litio, se encuentran:
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Costo de producción reducido: El sodio es más abundante y económico que el litio, lo que disminuye los costos de fabricación.
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Rendimiento en temperaturas extremas: Mantienen una descarga estable en climas fríos o cálidos, superando a las baterías de litio en este aspecto.
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Carga ultrarrápida: Permiten alcanzar el 100% de carga en aproximadamente 25 minutos, mejorando la experiencia del usuario.
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Desventajas de las baterías de sodio
Pero, no todo es color de rosa para estas baterías. También cuentan con algunas desventajas, como su menor densidad energética, por lo que ofrecen menos autonomía en comparación con las baterías de litio más avanzadas, lo que puede limitar su uso en vehículos que requieren largas distancias. Igualmente, aunque son prometedoras, aún no han alcanzado el nivel de producción masiva y estandarización de las baterías de litio, lo que podría retrasar su adopción generalizada.
Por lo pronto, la innovación de HiNa en el desarrollo de baterías de sodio es un paso audaz hacia una movilidad eléctrica más accesible y sostenible. Si bien existen desafíos por superar, como la densidad energética y la escalabilidad de la producción, los beneficios potenciales en términos de costo y rendimiento en condiciones adversas son innegables.
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Paola Reyes Bohórquez. Con información de Cnevpost.