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Con la crisis mundial en la producción de microchips para vehiculos, la venta de vehículos en Colombia se ha visto afectada. Esto ha impactado directamente en la recuperación del sector, aumentando los precios entre el 6 y 10% del costo final.
Este 2021 la industria automotriz se ha visto afectada por la sequía vivida en Taiwán, un incendio en una fábrica en Japón y los golpes climáticos en Texas. Esto ha generado que muchos componentes para vehículos hayan sufrido retrasos en su producción, entre ellos los microchips.
Este problema no solamente ha afectado a los fabricantes automotrices, sino también a fabricantes de tecnología como Samsung, Huawei y Apple. Generando así que muchas plantas a nivel mundial cesen la producción de los vehículos o elementos electrónicos, al no tener un elemento vital como los microchips.
A pesar de que esta afectación se veía lejana para Colombia, esto ya está comenzando a afectar a los fabricantes y concesionarios, con el stock de vehículos disponibles al público. Bien sea de ensamblaje local y por medio de importación, los inventarios a nivel nacional están en nivel muy bajo, dejando en espera de más de tres meses a los compradores.
Una luz al final del túnel
Si bien los inventarios hoy en día de diferentes marcas se encuentra en grave estado, por las demoras en la producción de los vehículos. Los expertos en el tema dicen que esto podría estabilizarse hacia el mes de Junio, cuando la fabricación de microchips vuelva a la normalidad a nivel mundial.
Esto beneficiaria a la cadena de producción, donde la estabilización de las fechas de cumplimiento por parte de los proveedores, se espera que vuelva a la normalidad. Esto ha llevado a que las estrategias comerciales cambien, aplicando tajantemente la ley de “oferta y demanda”, teniendo que negociar con el mejor postor.
Las consecuencias se ven directamente en el precio de los vehículos, tanto nuevos como usados, vislumbrando un aumento entre el 6% y 10% del costo que se tiene de base para la venta. Lo cual hace que un vehículo del subcompacto como el Chevrolet Onix Turbo de entrada, pase de tener un precio de 51 millones a costar alrededor de $56.000.000 de pesos.
Acá es donde entra la decisión del comprador, si está dispuesto a pagar ese porcentaje extra por la entrega del vehículo dentro del tiempo normal. Si no es así, el precio de venta se mantiene pero la espera puede estar entre uno y seis meses, esto dependiendo del fabricante y el pais de importacion.
Desde Andemos, se prevé que para el segundo semestre del 2021, esto podría mejorar al tener mayor disponibilidad de Stock. A esto se le suma que en esta época, la venta de vehículos aumenta de forma tradicional, teniendo una proporción 60-40.
En Colombia se tiene conocimiento que marcas como Mazda tienen un retraso en la entrega de pedidos hasta noviembre de 2021. Por otro lado marcas como Chevrolet tienen demora en entrega de Onix y Tracker. BMW, Mercedes Benz y Volkswagen, entre otras el periodo de espera está por encima de cuatro meses.
Ver también: Estos son los autos eléctricos más buscados en el mundo ¿cuál lidera en Colombia?
Nicolás Ramírez Ordóñez – Fuente: Forbes.co
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