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El furgón francés Renault Goelette nunca llegó a venderse en Colombia, pero la unidad que reseñamos en este artículo llegó por casualidades de la vida, mismas que la llevaron a convertirse en un «Food Truck» muy popular en la zona cafetera.
Hasta hace pocos años, para los colombianos Renault era una marca que solo ofrecía vehículos de pasajeros y nada más. Con excepción de la Furgoneta R4, hace apenas dos décadas nos sorprendió el camión Midliner que también se importó con marca Mack de la cual la firma francesa fue propietaria. En el 2001 llegó la Kangoo y años después, aparecieron las furgonetas medianas Trafic y Master.
Para inicios de la década del 2000 nos sorprendíamos ante una evidencia que en Francia y en el mundo es cotidiana desde 1901: Renault también produce vehículos de trabajo.
Así pues, encontramos en Pereira este Renault Goelette modelo 1945, registrada así por su año de lanzamiento en Francia y que se constituye en una auténtica joya dentro del parque automotor histórico de Colombia, cumpliendo actualmente una loable labor como «Food Truck», vendiendo helados en un barrio de la ciudad.
Llama la atención por su aspecto con formas redondeadas que nos son simpáticas, reforzadas por la «pinta» que le identifica como heladería ambulante, pero el aficionado colombiano que se encuentra con el familiar rombo que además lleva la reveladora inscripción «Regie Nationale», se lleva una sorpresa histórica.
¿Cómo pudo ser posible que haya llegado a Colombia este muy lejano pariente de la mitad de nuestros carros, además de que se produjo para un mercado reducido por las condiciones sociopolíticas en las que se hallaban inmersos Renault, Francia y Europa?
Mucho más que una furgoneta de época, estamos ante una de las primeras consecuencias de la posguerra para la turbulenta historia de Renault: Es bien sabido el episodio de su embargo oficial después del triste fin de su fundador y que el 4CV sería su primer producto realmente nuevo en 1947.
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Lo que casi nadie sabe es que la necesidad de reconstruir Francia incluía múltiples proyectos gubernamentales. Uno de ellos fue el Plan Pons, que anteponía la prioridad de vehículos para trabajo por encima de los de pasajeros. En cumplimiento del mismo, los principales productores los presentaron al mercado poco después de que por fin terminara la Segunda Guerra Mundial.
De hecho, su verdadera denominación de la misma es la que define su capacidad, 1.000 kg. El nombre Goelette vendría a mediados de la década de 1950.
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Se produjo durante veinte años, es bisabuela de nuestras actuales Master y Trafic y cumplió toda clase de funciones: carga, pasajeros, de platón abierto, con estacas… Aunque es más difundida su competidora Citroën HY de tracción delantera, la Renault 1.000 Kg – Goelette fue parte de parques automotores oficiales en Francia: Policía, bomberos, ejército, servicios públicos, entre otros menesteres.
Desde luego que el sector privado también la tuvo en flotas completas o entre propietarios unitarios. Trabajó tanto en Francia como en sus colonias extranjeras. Con el advenimiento de la Estafette en 1959, comenzaba su gradual retirada hacia mediados de los años sesenta.
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El ejemplar que ilustra esta nota está legalmente registrada como modelo 1945, es decir, de su año de lanzamiento, pero no vino a Colombia en dicho año. Tendrían que pasar dos décadas para que finalmente llegara a Bogotá en 1965 cuando fue propiedad de un personaje político de la época.
Aunque se desconoce con precisión el uso dado en sus primeros tiempos, lo cierto es que fue decayendo con el tiempo por orfandad técnica y de repuestos. Cuando la encontraron sus actuales dueños ya era una venta fija de cafés que incluso tenía sus llantas sin aire y enterradas en el suelo.
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Fue adquirida hace relativamente poco tiempo y comenzó una labor, más que de restauración, de reconstrucción y rehabilitación funcional en el nuevo mercado de los «Food Trucks». Se conservaron sus líneas características, se le adaptó equipo para preparación de helados pero su mecánica ahora es de Mitsubishi L300, sus ejes son de Ford y tiene compuerta para baterías extra. Este sacrificio bien valió la pena pues permite que el Goelette se desplace confiablemente y se luzca entre quienes quieren helado, o entre los curiosos por su aspecto.
Los fines de semana, el «Goelette heladero» se estaciona en el nuevo barrio de Villa Verde al sur de la capital risaraldense. Su actual propietario sirve en ella conos, sundaes y smoothies tan sabrosos y llamativos como las rayas de este furgón, que sobresale en el paisaje urbano entre otros vehículos algo más comunes, y sobre todo entre los tradicionales Jeeps Willys de la región que ofrecen café.
En algunas ocasiones, este singular vehículo ha participado en eventos comerciales o de autos antiguos donde por su historia y su trabajo, se ve como la cereza sobre el postre.
El Dato Histórico
Fue el propio Louis Renault quien inauguró en 1901, tres años después de fundar su empresa, la línea de producción de vehículos de carga. Inéditos para nosotros pero reconocidos en el medio europeo, los camiones, buses y furgonetas con la marca del rombo siempre han formado parte del catálogo.
De hecho, la importación pionera de vehículos Renault que en 1927 hiciera el distribuidor bogotano José del Carmen Gutiérrez, incluía camiones. La furgoneta Estafette se consideró en el plan inicial de Sofasa como posible producto de ensamble nacional y hasta la Cruz Roja Colombiana tuvo dos Renault Trafic de carrocería Heuliez en los años ochenta para su Banco de Sangre.
Galería Fotográfica
Textos y Fotografías: Camilo Ernesto Hernández Rincón, especialista en Autos Clásicos y Antiguos.
Especial para Revista Virtual El Carro Colombiano.
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