Toyota deslumbró en el SEMA Show con la FJ Bruiser, una pick-up única con motor NASCAR y capacidad de off-road extremo.
En el último SEMA Show, Toyota presentó la Toyota Land Cruiser FJ Bruiser, una pick-up para off-road de otro nivel, que combina el chasis de una Land Cruiser FJ45 de 1966 con una fuerza brutal gracias a un motor NASCAR V8 de 5.8 litros.
Esta joya automotriz lleva el mismo motor que impulsa al Toyota Camry en NASCAR, ofreciendo nada menos que 715 caballos de potencia. Este corazón de alto rendimiento va acoplado a una caja de cambios automática de tres velocidades adaptada para competencias, diseñada para domar la brutal potencia de este motor.
Para soportar toda esta fuerza, la estructura de la FJ Bruiser recibió una actualización completa, con un chasis tubular reforzado y ejes de viga. Además, la transmisión personalizada cuenta con diferenciales Currie y una caja de transferencia Atlas, proporcionando cuatro marchas distintas tanto en 2WD como en 4WD. Esto permite que la FJ Bruiser alcance velocidades tan bajas como 20 km/h a 7.000 rpm en su marcha más baja, y tan altas como 265 km/h a las mismas revoluciones en la marcha más alta.
Suspensión y neumáticos listos para el off-road
Para asegurar el desempeño todoterreno, Toyota equipó a la FJ Bruiser con amortiguadores Fox de alto rendimiento y resortes Eibach, sumados a llantas Beadlock de 20 pulgadas y neumáticos BF Goodrich de 42 pulgadas, ideales para enfrentar cualquier desafío en el terreno.
No obstante, lo más sorprendente es el sistema adicional de propulsión: una oruga CAMSO montada en el chasis de eje a eje que permite a la pick-up seguir avanzando en condiciones extremas hacia adelanta o hacia atrás . Este sistema se activa directamente desde la cabina mediante un botón, ofreciendo una ventaja clave si la FJ Bruiser queda atascada.
El interior de la FJ Bruiser es una oda a los detalles clásicos. Diseñado por Complete Customs, incluye asientos individuales Momo que respetan el estilo de los asientos de banco originales de la FJ, con un toque moderno y ribetes a cuadros. Así mismo, el volante de competición Jackie Stewart de 1968 añade un toque de autenticidad y nostalgia. En el exterior, Toyota mantuvo buena parte del diseño original de la FJ45, modificando solo lo necesario para el concepto.
¿La mala noticia?
A pesar de su espectacularidad, la Toyota Land Cruiser FJ Bruiser Concept es solo un modelo conceptual, por lo que no está destinada a producción ni venta. Aunque su potencia y prestaciones son impresionantes, su motor V8 de competición y el consumo elevado hacen poco probable que sea viable para el mercado.
Debemos decir que es una lástima que una maravilla como la Toyota FJ Bruiser nunca llegue a manos de los consumidores. Este modelo ejemplifica el potencial de la ingeniería de Toyota al máximo, uniendo nostalgia y vanguardia con resultados impresionantes. Su lanzamiento en el SEMA demuestra que los límites del off-road están más allá de lo imaginable, pero también que algunos sueños quedarán solo para exhibición.
Paola Reyes Bohórquez.
