El particular eléctrico compacto fabricado por Oakley Design estuvo recibiendo pujas en línea desde el Reino Unido desde el lunes pasado. Ahora será vendido de forma privada.
Probablemente lo último que se viene a la cabeza cuando pensamos en un Renault Twizy es su potencial deportivo. Sin embargo, Oakley Design decidió transformar al pequeño eléctrico en un monstruo de pista.
El preparador especializado en vehículos de competición –y que ha modificado autos tan impresionantes como un Bugatti Veyron– solo hizo cinco unidades apellidadas F1.
Una de estas trato de ser subastada por un propietario privado en la plataforma Trade Classics, que especifica que el modelo se encuentra en el Reino Unido y que está avaluado entre 20.000 y 25.000 libras esterlinas. Es decir, un máximo de $121 millones colombianos sin impuestos.
¿Bólido?
A pesar del precio, que excede ampliamente los $47.180.000 que vale el Renault Twizy en Colombia, el auto no se vende con un desempeño aumentado como uno podría esperar.
De hecho, mantiene el mismo sistema motriz de 17 caballos de potencia que usa la versión estándar, lo que a su vez significa que el motor sigue estando limitado a los 80 km/h de velocidad máxima y 80 km de autonomía.
Semejante falencia sirve para explicar por qué, a pesar de su interesante diseño, la puja por el auto más pequeño del rombo cerró sin haber alcanzado el avalúo estimado de la compañía quedándose en apenas 18.000 libras, unos $87.000.000 colombianos.
¿Qué lo hace especial?
Lo que le da semejante avaluo al Renault Twizy F1 es, entonces, el diseño pues, como bien lo demuestran las fotos, el auto está ataviado con la indumentaria típica de un modelo de Formula 1.
En ese sentido, los alerones delanteros y traseros, así como faldones laterales, están hechos en fibra de carbono. Adicionalmente las llantas fueron reemplazadas por unas Pirelli P-Zero de un perfil más grueso y competitivo.
Además, cuenta con rines de magnesio y un volante deportivo desmontable OMP. Lastimosamente, esas modificaciones no fueron suficientes para evitar que el auto, modelo 2012, tuviera que pasar a modo de venta privada.
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