La autonomía es el factor determinante en un carro eléctrico, pero este dueño de Tesla ya no tendrá que preocuparse por recargar.
Propietario de un Tesla Model S, Matt Mika, un estadounidense apasionado por la automoción, emprendió un proyecto personal que dio como resultado que su vehículo pudiera superar los 1.000 km de autonomía con una sola carga. Para ello, tuvo que sacrificar el concepto inicial del sedán 100% eléctrico, lo que probablemente Elon Musk no perdonaría.
En promedio la autonomía del Model S alcanza los 634 km, lo que realidad no está nada mal comparado con otros EV, que aunque más pequeños y discretos, solo ofrece poco más de 300 km. Pero, para Mika resultó una cifra insuficiente y decidió aplicar sus propios métodos para mejorar las prestaciones de su vehículo.
Para el caso, tuvo que valerse de un motor diésel para lograr lo que, por ahora, un modelo eléctrico para calle no ha logrado. Poder recorrer 1.000 km sin recargar. En este sentido, las adaptaciones supusieron la creación de un sistema híbrido eléctrico o de rango extendido (EREV), en el cual el bloque a combustión solo actúa como generador de energía para alimentar la batería.
Un Tesla de rango extendido, único en el mundo
Todo el proceso de modificación fue compartido en el canal de Youtube Warped Perception, donde el propietario de este Tesla Model S cuenta el paso a paso de su proyecto. El motor diésel fue instalado en la parte trasera del vehículo, y se trataría de una segunda fase en la búsqueda de generar mayor autonomía. Según contó, primero uso un motor a gasolina, pero era poco eficiente.
Desde que instaló el bloque diésel para cumplir la función de alimentar con energía la batería, ha realizando pruebas a lo largo de 4.300 km, lo que es suficiente para demostrar la gran cantidad de kilómetros que puede recorrer con una sola carga. Frente a la ausencia de fábrica, también se hizo necesario la instalación de un dispositivo de combustible.
Los componentes eléctricos siguen funcionando de manera regular, por lo que es posible que la batería se cargue conectándola a la corriente eléctrica y además, el vehículo se recarga en marcha con el frenado regenerativo. Al mismo tiempo, el motor diésel aporta energía, que es lo que al final, permite que dicho Model S no se detenga a los 634 km, sino que pueda superar los 1.000 km de autonomía.
Así como este, los modelos de Tesla se han sometido a múltiples experimentos independientes, que en manos correctas han mostrados resultados sorprendentes.
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Jessica Paola Vera García. Fuente: Warped Perception
