Bogotá puso en marcha una nueva estrategia para frenar el exceso de velocidad. Se trata de paneles electrónicos que advierten al conductor cuando supera el límite permitido.
El exceso de velocidad continúa siendo uno de los principales dolores de cabeza para la movilidad en Bogotá y, sobre todo, uno de los factores que más incidió en la gravedad de siniestros viales. Las autoridades distritales reiteraron que conducir por encima de los límites permitidos no solo aumenta la probabilidad de un choque, sino que también puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte cuando ocurre un accidente.
De acuerdo con expertos, circular a menos de 50 kilómetros por hora resultó clave para aumentar las posibilidades de supervivencia de una persona atropellada o involucrada en un choque. Con ese panorama, la Secretaría Distrital de Movilidad puso en marcha una nueva estrategia orientada más a la pedagogía que a la sanción.
Se trata de la instalación de paneles informativos de velocidad en distintos corredores de la ciudad, una herramienta que busca llamar la atención de los conductores y generar consciencia sobre una conducción más responsable.

Paneles de alerta
Los dispositivos, similares a una señal de tránsito electrónica, cuentan con tecnología capaz de medir en tiempo real la velocidad a la que se desplazan los automotores. A diferencia de las cámaras de fotodetección, estos paneles no tienen la facultad de imponer comparendos ni sanciones económicas, algo que la propia Secretaría de Movilidad se encargó de aclarar desde el inicio para evitar confusiones entre los ciudadanos.
Su función es exclusivamente informativa y preventiva. Cada vez que un vehículo supera el límite permitido en una vía principal, establecido en 50 kilómetros por hora, el panel muestra en pantalla la velocidad registrada junto con la placa del automotor, alertando de manera visible al conductor sobre la infracción. La idea detrás de esta medida es que el propio impacto de verse “expuesto” públicamente motive a reducir la velocidad de inmediato, sin necesidad de castigos.
Desde el Distrito se explicó que la estrategia apunta a modificar comportamientos al volante. En lugar de recurrir únicamente a multas, se busca que los conductores reflexionen sobre su forma de manejar al recibir una advertencia directa y en tiempo real, entendiendo que el objetivo final no es recaudar dinero, sino reducir la siniestralidad y salvar vidas.

Ubicación estratégica
En total, Bogotá tiene instalados 11 paneles fijos en puntos estratégicos donde los estudios técnicos han identificado un exceso reiterado de velocidad. A estos se sumaron cuatro paneles móviles, diseñados para ser trasladados según las necesidades operativas y los cambios en la dinámica del tráfico. Los puntos seleccionados incluyen corredores de alto flujo como la calle 26, avenida Boyacá, autopista Norte y avenida NQS, en ambos sentidos de circulación.
Las cifras respaldan la preocupación de las autoridades. Según datos de la Secretaría de Movilidad, cerca del 30 % de los conductores en la ciudad excede los límites de velocidad, una conducta que pone en riesgo no solo a quienes van al volante, sino también a peatones, ciclistas y usuarios del transporte público. En una urbe donde conviven distintos actores viales, la velocidad se consolidó como un factor crítico.
Por esa razón, la entidad insistió en que los paneles no deben verse como un mecanismo de control punitivo, sino como una herramienta pedagógica. El mensaje es claro: reducir la velocidad puede marcar la diferencia y evitar tragedias en las vías de la capital.
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Paola Reyes Bohórquez.







