El Tribunal Administrativo de Cundinamarca negó bloquear las aplicaciones de transporte como Uber, Didi y Cabify, pues de hacerlo violaría la neutralidad tecnológica.
El Tribunal Administrativo de Cundinamarca puso freno esta semana al intento del gremio de taxistas liderado por Hugo Ospina de bloquear las plataformas digitales Uber, Didi y Cabify a través de una acción popular. En su fallo, la autoridad judicial precisó que impedir su funcionamiento vulneraría el principio de neutralidad de red y tecnológica, garantizado por la normativa colombiana, pues obstaculiza el acceso libre a herramientas digitales y frena la innovación.
Según el tribunal, la ausencia de un marco regulatorio específico no implica ilegalidad de las apps y en lugar de una prohibición, se insta a la adopción de una reglamentación integral, confiable y equitativo. Lo anterior, exhortando al Estado, específicamente al Ministerio de Transporte, para establecer un escenario legal que atienda esta nueva realidad de movilidad urbana.
Este pronunciamiento llega en medio de una rivalidad entre taxistas y aplicaciones de transporte, la cual comenzó hace más de una década con la llegada de Uber en 2013. Los representantes del gremio, encabezados por figuras como Ospina, han sostenido que estas plataformas actúan sin sometimiento a requisitos como licencias, cupos y seguros obligatorios, denunciando que esto crea una competencia desleal que daña sus ingresos y dificulta el control estatal.
¿Mejor servicio?
En contraste, las plataformas defienden su modelo como un servicio accesible, eficiente e innovador, que responde a las necesidades del usuario y genera oportunidades económicas.
La sentencia destaca que los intentos de argumentar vulneraciones colectivas, como moralidad administrativa o seguridad pública, no fueron comprobados. Así, la acción popular no debe proteger intereses sectoriales exclusivos sino derechos colectivos de la ciudadanía. Reconoce además que entidades como la Superintendencia de Puertos y Transporte han ejercido medidas de vigilancia, mencionando incluso una multa de más de 451 millones de pesos impuesta a Uber Colombia SAS por incumplimientos normativos.
Desde Alianza In, gremio que representa a las apps de movilidad, José Daniel López calificó el fallo como un «respaldo al sentido común y a los derechos fundamentales», argumentando que Colombia no puede detener el progreso ni desconocer la realidad de cientos de miles de trabajadores digitales.
Así mismo, precisó que el problema no es la ilegalidad de las apps, sino la falta de regulación, y celebró que el tribunal no encontró bases legales para ordenar su bloqueo. Según López, este pronunciamiento confirma que, pese a la ausencia de normativa específica, las plataformas pueden seguir operando mientras se trabaja en una regulación moderna, integral y justa para todos los actores del ecosistema.
Alternativas flexibles y asequibles
El tribunal también reconoció el impacto positivo que las aplicaciones han tenido en la libre competencia y en los consumidores. Esto, al ofrecer alternativas más flexibles, accesibles y variadas de movilidad urbana. Subrayó también que miles de familias dependen de estas plataformas para generar ingresos, que contribuyen al PIB nacional y que manejan millones de viajes mensuales en ciudades como Bogotá y Medellín.
En lugar de bloqueo, la sentencia exhorta a mejorar la calidad del servicio a través de un enfoque regulatorio que incluya aspectos como seguridad, capacitación de conductores, transparencia en tarifas, mecanismos de queja efectivos, verificación de identidad y filtrado algorítmico. Hay que anotar que esto ya forma parte del debate alrededor del proyecto de ley liderado por el senador Julio Elías Vidal en el Congreso, con el fin de dotar al país de un marco comprensivo para el transporte privado digital.
Una mirada global aporta contexto al argumento del Tribunal: Uber alcanzó 156 millones de usuarios activos en el mundo durante 2024, con 11.300 millones de viajes completados, casi el doble de los niveles prepandemia, lo que demuestra el crecimiento sostenido del modelo digital en movilidad. En Colombia, aunque no hay cifras oficiales recientes, en 2019 Uber era utilizado por al menos 2,1 millones de personas, lo que evidencia su arraigo en el país pese a la inexistencia de una regulación formal.
Paola Reyes Bohórquez.
