Luego del fuerte vendaval que azotó el estado de São Paulo a finales de septiembre, Toyota anunció el reinicio gradual de operaciones en dos de sus tres plantas de motores en Brasil.
Toyota informó que retomará gradualmente las actividades en sus plantas de Indaiatuba y Sorocaba, en el interior del estado de São Paulo, a partir del 3 de noviembre. Las dos fábricas detuvieron su producción tras sufrir daños provocados por un vendaval de gran intensidad que afectó la región a finales de septiembre.
De acuerdo con la compañía japonesa, en esta primera etapa se enfocarán en la producción de versiones híbridas de los modelos Corolla y Corolla Cross, aprovechando motores y piezas importadas de otras unidades de producción en el extranjero. El plan contempla que durante los dos últimos meses del año se logre recuperar el volumen de vehículos híbridos que no pudieron ser ensamblados mientras las plantas estuvieron cerradas.
Por su parte, la planta de Porto Feliz, también ubicada en São Paulo y reconocida por ser la primera en fabricar motores para Toyota en América Latina, permanecerá cerrada hasta nuevo aviso. El fabricante explicó que los daños estructurales fueron tan severos que será necesario un proceso de evaluación técnica más extenso antes de poder establecer una fecha de reapertura.
A retomar actividades
Toyota destacó que la suspensión provisional de los contratos laborales se mantendrá únicamente para los empleados de Porto Feliz. Entre tanto, los trabajadores de las otras dos plantas deberán reincorporarse a sus puestos el 21 de octubre, una vez concluidas las vacaciones colectivas otorgadas tras el incidente climático.
La fábrica de Porto Feliz, inaugurada en 2016 con una inversión inicial de 580 millones de reales (alrededor de 109 millones de dólares), tiene una capacidad de producción anual de 108.000 unidades y emplea a cerca de 700 trabajadores, según datos del sitio web de Toyota Brasil. La compañía aseguró que mantendrá el compromiso de reanudar las operaciones tan pronto como las condiciones de seguridad y la infraestructura lo permitan.
El vendaval, que dejó varios municipios del interior paulista sin energía eléctrica y con graves daños en estructuras industriales, también afectó temporalmente las cadenas de suministro de otras automotrices instaladas en la región, como Honda y General Motors.
Hay que anotar que el mercado automotor brasileño es uno de los más grandes de América Latina. De acuerdo con la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores, Anfavea, Brasil produjo 2,37 millones de vehículos en 2024, un 6 % más que el año anterior, mientras que Toyota mantiene una participación del 8,3 % del mercado nacional.
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Paola Reyes Bohórquez.