Los aranceles de EE.UU. a vehículos y autopartes reducirán la producción en Norteamérica en casi un millón de unidades para 2025, según S&P Global Mobility.
La industria automotriz de América del Norte enfrenta una crisis sin precedentes debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos. Según un informe de S&P Global Mobility, se espera que la producción de vehículos ligeros en la región disminuya en 944.000 unidades para 2025 y en 778.000 para 2026.
Esta reducción representa una caída del 5,6% en la producción, considerando que en 2024 se fabricaron 16.1 millones de vehículos en la región, según la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos (OICA). México, que exporta más del 80% de su producción automotriz a Estados Unidos, será uno de los países más afectados.
Las plantas de ensamblaje de empresas como Stellantis, Audi y Volkswagen han comenzado a pausar sus líneas de producción en respuesta a las nuevas tarifas. Además, la imposición de aranceles del 25% a las autopartes provenientes de todo el mundo, donde México es el principal proveedor con el 43% de las piezas, agrava aún más la situación.
Los más afectados
La consultora S&P Global Mobility advirtió que la suspensión de la producción causada por los aranceles podría provocar la interrupción de un tercio de la producción en la región en una semana, lo que equivaldría a una reducción de más de 20.000 unidades diarias en poco tiempo. Es de anotar que este impacto no solo afecta a México y Canadá, sino que también repercute en Japón, Corea del Sur y Europa debido a la interacción de aranceles y factores macroeconómicos.
En el caso de Japón y Corea del Sur, se prevé una disminución de alrededor de 160.000 unidades anuales. Para China, la producción de vehículos ligeros bajaría en 198.000 unidades para 2025 y en 503.000 unidades para 2026. En Europa, la producción podría reducirse en 12,000 unidades para 2025 y en 251.000 unidades para 2026, influenciada por los aranceles estadounidenses del 25% sobre vehículos y piezas.
Además de la detención en el ensamblaje, el desarrollo de productos sería más lento y los lanzamientos de nuevos modelos se retrasarían. La Reserva Federal de Estados Unidos ha advertido que estos aranceles podrían elevar la inflación y desacelerar el crecimiento económico, lo que plantea riesgos importantes para la estabilidad del mercado laboral y la economía en general.
La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, lejos de proteger su industria automotriz, podría desencadenar una crisis en toda la región de Norteamérica. La interdependencia de las cadenas de suministro hace que estas medidas proteccionistas tengan efectos colaterales devastadores.
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Paola Reyes Bohórquez. Con información de medios internacionales.
