China implementó 22 normas nacionales para el reciclaje de baterías de vehículos eléctricos, logrando recuperar hasta el 99.6% de níquel, cobalto y manganeso.
China está desplegando una ambiciosa estrategia para transformar el reciclaje de las baterías de vehículos eléctricos en una operación de alto rendimiento y sostenibilidad. Según información oficial, la Administración General de Supervisión del Mercado de la República Popular China, SAM, ha aprobado recientemente cinco normas adicionales para el reciclaje y reutilización de baterías VE, lo que eleva el total a 22 normas nacionales vigentes en el sector.
Esta normativa cubre aspectos como requisitos generales, procedimientos de gestión, métodos de desmantelamiento de baterías retiradas, y el seguimiento de los materiales de alto valor. Y es que los programas piloto que ya operan en China reportan cifras impresionantes.
Por lo anterior, se conoce que algunas empresas alcanzan una recuperación del 99,6 % de níquel, cobalto y manganeso, y alrededor del 96,5 % de litio. Por ejemplo, CATL declaró que su tasa de recuperación de níquel, cobalto, manganeso es de 99,6 % al 31 de diciembre de 2024.
Normas de reciclaje
Dentro de las normas más destacadas se encuentran: “Especificación para el reciclaje y desmantelamiento de baterías de vehículos eléctricos”, así como “Detección de energía restante en baterías de vehículos eléctricos”. Estas ya se aplican ampliamente en la industria china y estipulan requisitos precisos tanto para la medición de la energía residual como para el tratamiento posterior de los módulos.
Según un analista de Fastmarkets, “la tasa de recuperación de litio en el proceso de fundición no debe ser inferior al 90 % mientras que la de níquel, cobalto y manganeso no debe ser inferior al 98 %”. En tal sentido, para garantizar la implementación técnica y estandarizada de estos procesos, el MIIT, junto con otros organismos formaron un comité técnico nacional que agrupa a fabricantes de baterías, recicladores, productores de materias primas, empresas químicas y usuarios finales.
Este comité se encarga de generar normas adicionales para la reutilización de baterías en distintos ámbitos, como automotriz, marítimo y almacenamiento energético, y también participa activamente en la elaboración de estándares internacionales.
Globalmente, China lidera la inclusión de criterios en estándares internacionales. Un ejemplo es “Directrices generales para la descarga profunda en el reciclaje y la utilización de baterías”, impulsada por expertos chinos y aprobada como proyecto de norma internacional de la Comisión Electrotécnica Internacional, IEC. Cerca de 40 expertos chinos participan en comités técnicos internacionales dedicados a baterías y reciclaje, asegurando una fuerte representación en los procesos.
Crecimiento acelerado
El sector de las baterías de vehículos eléctricos en China crece a un ritmo vertiginoso. Según datos del estudio “China Policy Activities with Respect to Battery Sustainability and Battery ID” del 2024, el volumen acumulado de baterías para tracción instaladas superó los 1.100 GWh al cierre de 2023, con un crecimiento anual del 31.6 %. Este dinamismo del parque de vehículos implica que pronto habrá una avalancha de baterías retiradas que requieren reciclaje, y el país busca estar preparado.
Sin embargo, no todo es sencillo. Aunque los objetivos y avances técnicos son sólidos, algunos analistas señalan que la dispersión normativa crea complejidad para las empresas que deben establecer sistemas de reciclaje. Por ejemplo, un reporte de Fastmarkets afirma que “China necesita normas más claras para apoyar el crecimiento sostenible de la industria del reciclaje de baterías de iones de litio”.
En cuanto al reciclaje propiamente dicho, varias tecnologías están demostrando una eficiencia sorprendente. Un artículo reciente reportó un proceso de reciclaje chino que logró recuperar 99,99 % del litio, y también altísimas tasas para níquel, cobalto y manganeso, en apenas 15 minutos de proceso. Este salto tecnológico abre camino tanto a mejores prácticas ambientales como a modelos de negocio más rentables en el futuro.
Paola Reyes Bohórquez.