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Los incentivos de tipo fiscal para la importación de este tipo de vehículos se da con miras a que estos representen en cinco años al menos un 1% del mercado total de vehículos en el país.
Como una medida para mejorar la calidad del aire en Colombia y en cumplimiento de los compromisos adquiridos en la COP21 de París, hace unos días el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, anunció que se dio vía libre a la importación de 46.000 vehículos eléctricos e híbridos sin arancel y con un IVA del 5%, puerta de entrada para un crecimiento definitivo de este segmento en el país.
Al respecto, Cárdenas mostró su satisfacción con estas palabras: “Hemos dado un paso gigante para el mejoramiento de la calidad del aire en el país y el cumplimiento de los compromisos internacionales por reducir las emisiones de CO2“.
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En el mercado, el precio de un vehículo eléctrico o híbrido representa una inversión 2 o 3 veces más alta debido a la tecnología que incorporan y a los bajísimos costos de operación y mantenimiento a lo largo del tiempo, hecho que nuestro país se agravaba al sumar la altísima carga tributaria que deben pagar los vehículos importados que se venden en territorio nacional. Esto, aunado a una deficiente infraestructura de recargas que permitieran un uso corriente para estos autos, ha impedido su despegue en Colombia.
Adicional al incentivo fiscal para este tipo de vehículos, también se eliminó el pago de aranceles en la importación de equipos de recarga de baterías para ellos, de manera que mejore sustancialmente la infraestructura de recargas en el país.
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Según el Ministerio de Ambiente, a pesar de que se dé una mayor cobertura de recargas para vehículos eléctricos e híbridos, es preciso que el público comprenda que ellos están diseñados fundamentalmente para un uso urbano. “Culturalmente se busca que el vehículo permita realizar viajes largos, pero debido a la falta de infraestructura de carga nacional, no es posible atender esta necesidad con un vehículo eléctrico”.
Tras el anuncio, directivos del sector automotor y de firmas importadoras de este tipo de vehículos se mostraron complacidos pues es claro que los precios de venta al público bajarán en gran medida, reduciendo la brecha existente entre ellos y los autos con motor a combustión. Por ello, la expectativa es que a 5 años este segmento abarque cerca del 1% de las ventas anuales de vehículos en el país.
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Óscar Julián Restrepo Mantilla – Director Revista Virtual El Carro Colombiano.
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