En la época que Renault vendió sus operaciones en Norteamérica a Chrysler, la firma trabajaba en un modelo que, por la coyuntura, no logró ver la luz. Básicamente, era un sedán coupé basado en el Premier, a su vez, derivado del Renault 25: el Renault Allure.
Dentro de las ‘rarezas’ que las marcas de carros más populares tienen en su haber, hay una muy particular. Como se recordará, Renault tuvo una intensa operación en Estados Unidos durante la década de 1980, tras comprar a American Motors Company. Allí vendió modelos como los Renault 9 (Alliance), 11 (Encore) y 21 (Medallion), además de la gama Jeep.
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También estuvo presente el Eagle Premier, un sedán de alta gama derivado del Renault 25, exclusivo para Norteamérica, que nunca llegó a tener al rombo en frente. Paralelo a este auto, la firma trabajó en un atractivo sedán coupé, ideal para ese mercado. Su nombre, Renault Allure.
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Pero a pesar de tener ya una denominación propia, y una propuesta que sonaba muy interesante, nunca llegó a ver las calles. Su desarrollo coincidió con la venta de las operaciones de Renault a Chrysler en Estados Unidos, y esta última, decidió frenar el proceso.
Renault Allure: toda una rareza
Según los planes iniciales, el Renault Allure debía presentarse al mercado estadounidense hacia finales de 1988 o principios de 1989, pero la firma francesa salió de allí a principios de 1987 y todo cambió. En manos de Chrysler, el vehículo quedó como un recuerdo que hoy se conserva en la colección de FCA Heritage, en Detroit.
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Así lo confirma una investigación de Tony Vos, director de Losange Magazine, reconocido medio especializado en Renault que encontró la única unidad existente, anotando cada uno de sus detalles. Por supuesto, así también fue posible saber las características que se proyectaban para este auto.
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Este sedán coupé de gran tamaño correspondía al estilo que estaba en boga a finales de la década de 1980, con una carrocería afilada y líneas rectas pero muy suaves, un frontal muy inclinado y techo flotante en el paral C, con ventanas que se unen con el panorámico trasero. Atrás, destacan las luces continuas hasta la placa.
Al interior, se observa un tablero idéntico al del Eagle Premier. Cambiaba la consola central y el cuadro de información, que adoptó números rojos en sus relojes. Los asientos, con apoyacabezas integrados, ponían el toque deportivo. También lo hicieron sus rines de aleación ligera, visibles en la unidad sobreviviente.
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En su momento, se plantearon dos bloques mecánicos para el Renault Allure. Un motor 2.5 V6 Turbo era la opción más sencilla, y en los modelos más equipados estaría el PRV 3.0 V6 que también llevó el Eagle Premier, con 150 caballos y 230 Nm de torque, unido a una caja manual de 5 velocidades.
Mirada perdida
Después que en 1992 se cerrara la planta de Renault en la isla Seguin, región de Billancourt en París, había quedado un prototipo del Renault Allure de color gris oscuro, con bumpers en color de la carrocería y acentos rojos. Sin embargo, Losange Magazine menciona que a la fecha, esta unidad no forma parte de la actual colección de Renault Classic. Fue destruida.
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Con los años, el nombre Allure («Mirada» en francés) quedó en manos de Peugeot, identificando así a sus modelos de versiones intermedias en la actualidad. Pero en el caso del Renault Allure, quedó como un eslabón perdido del cual no existen muchos rastros.
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Textos: Óscar Julián Restrepo Mantilla. Con información y fotografías de Losange Magazine.
