El pasaje de TransMilenio y SITP subiría en 2026. Tendría un aumento del 7,8 % que, según sectores críticos, golpearía con fuerza a los usuarios de menores ingresos.
La propuesta de la Alcaldía de Bogotá y de TransMilenio para incrementar la tarifa del transporte público en 2026 abrió una nueva polémica en la ciudad. El planteamiento, revelado por la concejal Heidy Sánchez, contempla elevar el pasaje tanto del componente troncal como del zonal del SITP de $3.200 a $3.450, es decir, un aumento de 250 pesos por viaje.
El ajuste representaría una variación del 7,8 %, por encima del 4,52 % de Índice de Precios al Consumidor, IPC, usado como referencia para el próximo año, lo que ha sido calificado por la cabildante como un incremento “desproporcional” frente a la capacidad de pago de los usuarios más vulnerables.
Sánchez explicó que el alza está directamente relacionada con el Proyecto de Acuerdo del Presupuesto 2026, radicado por la administración del alcalde Carlos Fernando Galán ante el Concejo de Bogotá, donde ella funge como ponente. En ese documento se establece un monto de 3,2 billones de pesos, sin subsidios, para el Fondo de Estabilización Tarifaria, FET, el mecanismo con el que se cubre el déficit operativo del sistema.

Pasaje de Transmilenio y SITP más caro
Según la concejal, el proyecto no es explicito en que para que esos recursos alcancen, será necesario subir la tarifa en 250 pesos por pasaje, trasladando ese faltante de manera directa al usuario frecuente. Desde su punto de vista, el impacto recaerá principalmente sobre los habitantes de los estratos 1, 2 y 3, que son la mayoría de usuarios del sistema y, además, los que más padecen la informalidad laboral.
“Son los que más les pesa sobre sus ingresos el gasto en transporte y son quienes más utilizan el SITP”, sostuvo en su publicación en X. La concejal también cuestionó que la administración opte por aumentar el pasaje para mantener “intactas” las ganancias de los concesionarios, en lugar de exigirles asumir parte del déficit: su propuesta es que “todos pongamos”, pero sin que el ajuste se concentre en los bolsillos de los usuarios.
La controversia aumenta porque, según Sánchez, el propio TransMilenio S.A. recomendó un escenario más moderado en su estudio anual de proyecciones del FET. De acuerdo con ese análisis técnico, bastaría con un aumento de 150 pesos por viaje (4,6 %), nivel que se ajustaría casi en línea con el IPC y equivaldría a una “congelación en términos reales” de la tarifa.

Unificación tarifaria
Bajo ese esquema, el FET requeriría 3,3 billones de pesos, es decir, unos 98.622 millones más que los previstos en el presupuesto distrital, una diferencia que, según la concejal, podría ser asumida por las empresas operadoras y no por los usuarios del servicio.
El debate se da en el contexto de la unificación tarifaria que comenzó a regir en 2025, cuando la ciudad igualó el precio del pasaje a $3.200 tanto para el componente troncal como para el zonal. En su momento, el Distrito defendió esa medida como necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema, cubrir costos operativos y mantener el equilibrio financiero, siempre con base en el crecimiento del IPC y los parámetros establecidos en el Plan Distrital de Desarrollo.
Las autoridades han insistido en que las decisiones tarifarias intentan equilibrar el costo del servicio con el aumento del salario mínimo y del auxilio de transporte. Así, con la nueva propuesta, un usuario que tome dos viajes al día pasaría a pagar $6.900 diarios. Si se moviliza seis días a la semana, su gasto semanal llegaría a $41.400 y, en un mes, destinaría cerca de $165.600 solo en transporte público.

Trabajadores los más afectados
Para un trabajador de bajos ingresos, este monto representa una porción significativa de su salario, especialmente en un contexto de encarecimiento del costo de vida. De ahí que distintos sectores políticos y sociales adviertan que cualquier incremento por encima del IPC debe ir acompañado de mayores subsidios o medidas específicas de alivio para los hogares más vulnerables.
Por ahora, la discusión seguirá en el Concejo de Bogotá, donde se debatirá no solo el monto de la tarifa sino las alternativas para reducir el impacto en quienes dependen a diario de TransMilenio y el SITP. Entre las opciones que algunos sectores han puesto sobre la mesa se encuentran una mayor participación de los concesionarios en la cobertura del déficit, ajustes graduales y focalización de subsidios para usuarios de menores ingresos y estudiantes, con el fin de evitar que el aumento se convierta en una barrera adicional al acceso al empleo y la educación en la ciudad.
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Paola Reyes Bohórquez.





