Desde 2026, la Norma Euro 7 impondrá límites de partículas y abrasión para autos eléctricos. No habrá más “exentos”. Frenos y llantas serán vigilados.

Hasta este momento, los autos eléctricos han gozado de una presunción casi intocable: sin escape, sin gases, sin emisiones visibles. Ese escenario está a punto de cambiar. La nueva norma Euro 7, que empezará a integrarse en etapas desde fines de 2026, introduce por primera vez límites para emisiones no procedentes del escape, así como partículas generadas por fricción de frenos y abrasión de neumáticos.

Por lo anterior, los EV ya no estarán exentos de las reglas ambientales más estrictas de la Unión Europea. Desde noviembre de 2026, los vehículos eléctricos de nueva homologación deberán respetar límites en partículas liberadas durante el frenado.

Así mismo, desde fines de 2027, esa obligación se extenderá a todos los nuevos vehículos matriculados. Hasta ahora, los reguladores solo se ocupaban de gases como CO2, óxidos de nitrógeno o partículas emitidas por motores de combustión, pero con Euro 7 esos “extremos invisibles” de mecánica y neumáticos entran en la ecuación.

Carros eléctricos Europa enfrentan desafíos

Frenado, un contaminante silencioso

Aunque un carro eléctrico no quema combustible, sus frenos mecánicos siguen generando desgaste. En cada frenada, los discos y pastillas liberan micropartículas, PM, que se dispersan en el aire. Los SUV eléctricos pesados, por su masa extra, intensifican ese fenómeno.

En tal sentido, en la normativa, no bastará la estimación en laboratorio. Por lo que los fabricantes deberán medir emisiones de partículas durante frenadas reales, bajo condiciones variables de tráfico, temperatura o humedad.

La otra fuente clave es la abrasión de los neumáticos. Cada vez que un vehículo acelera, curva o circula rápido, se desprenden microfragmentos de la banda de rodadura. Con mayor peso y neumáticos más anchos, un vehículo, ya sea o no eléctrico, genera más abrasión. La Euro 7 fija por primera vez valores límite europeos para esta abrasión, lo que obliga a los fabricantes a demostrar que su diseño cumple, sin importar si el carro quema gasolina o no.

La regulación europea ya aprobada contempla un límite de 7 mg/km de partículas (PM10) para emisiones por freno en vehículos ligeros de combustión, pero para eléctricos ese valor será más estricto: 3 mg/km para freno en autos puramente eléctricos.

¿Los eléctricos generan más partículas?

Durante mucho tiempo, se ha considerado que un vehículo diésel moderno, Euro 6d con filtro de partículas, emite menos partículas totales que un EV pesado en términos de frenos más rodadura. Con la Euro 7, esa comparación deja de ser tan automática: un eléctrico puede “ganar” en emisiones de escape pero generar más polvo mecánico.

Así pues, la nueva regulación no pretende rehabilitar los motores de combustión, pero sí desplazar el foco de la contaminación del tubo de escape al desgaste, una nueva “honestidad” en el debate automovilístico.

Las normas de Euro 7 oficiales entrarán en vigor el 29 de noviembre de 2026 para nuevos modelos de carros y furgonetas. A partir del 29 de noviembre de 2027, también aplicarán a todos los vehículos nuevos matriculados. Para vehículos pesados, como camiones y buses, los límites de partículas por freno y neumático se aplicarán más adelante, posiblemente hacia 2030.

Más exigencias

Aunque la regulación mantiene los límites de gases actuales, los establecidos en Euro 6, introduce exigencias extra. Por ejemplo, verificar emisiones reales en condiciones de uso, exigir durabilidad más larga de sistemas, y medidas contra desgaste no tradicional. Un informe de la ICCT explicó que Euro 7 reemplazará los estándares Euro 6 y Euro VI, unificando criterios para automóviles livianos y pesados.

La industria ya se está moviendo. Fabricantes de frenos y neumáticos investigan nuevos materiales, recubrimientos, composiciones de baja abrasión, frenos regenerativos más potentes o filtros que capturen polvo mecánico. Analistas destacan que las partículas de neumático ya son la segunda mayor fuente de microplásticos, excluyendo pintura, en la Unión Europea, con cerca de 450.000 toneladas al año generadas por desgaste de neumáticos.

Por lo que advierten que, con el aumento del peso de los eléctricos, las emisiones no-escape tomarán protagonismo: “Para 2050, el 90 % de las emisiones particuladas del transporte por carretera en Europa serán no expulsivas, predominantemente neumáticos y frenos”.

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Paola Reyes Bohórquez.