En 2025, los carros híbridos enchufables (PHEV) se consolidan como alternativa dominante. Por primera vez superan en ventas al diésel, que cae al quinto lugar.
Desde inicios de 2025, el mercado automotor europeo ha registrado un cambio histórico. Y es que los vehículos híbridos enchufables (PHEV) ya vendieron más unidades que los autos diésel. Esta tendencia marca un hito tras décadas de hegemonía del motor diésel, ahora desplazado por una combinación de regulaciones ambientales más estrictas, nuevas preferencias de los consumidores y el avance de tecnologías más limpias.
Según las cifras preliminares del año, los PHEV alcanzan una cuota de 9,4 % del mercado, con un crecimiento interanual cercano al 33 %. En contraste, los autos diésel han caído más de 24 % frente al año anterior, hasta representar apenas 8 % de las ventas, un descenso dramático para un combustible que llegaba a dominar buena parte de los registros automotrices hace menos de 10 años.
Mientras tanto, los híbridos “clásicos” (HEV) lideran con alrededor del 34,7 % del mercado, seguidos por los autos a gasolina con 26,9 %, y los eléctricos puros (BEV) con 18,3 %. Con estas cifras, las tecnologías alternativas al diésel ocupan hoy los primeros cuatro lugares, relegando al diésel al quinto puesto.

Diésel en decadencia
Este viraje no sorprende del todo. El legado del diésel se vio duramente dañado tras el escándalo del “Dieselgate” en 2015, que erosionó la confianza de los consumidores en las emisiones de ese tipo de motores. Con regulaciones más severas sobre emisiones, incentivos para electrificación y una mayor oferta de modelos híbridos y eléctricos, el declive del diésel se aceleró de forma sostenida durante la última década.
Para muchos fabricantes, los PHEV resultan una “transición intermedia”, ya que ofrecen la practicidad de un motor térmico y la eficiencia de la electricidad, sin la ansiedad de autonomía que aún acompaña a algunos eléctricos puros. Como resultado, segmentos tradicionales como compactos, SUV urbanos y medianos, donde antes dominaba el diésel, hoy se ven poblados por híbridos enchufables o híbridos simples.
Aun así, marcas que tradicionalmente apostaron por el diésel, por ejemplo BMW o ciertos modelos de Audi, conservan opciones dentro de su gama, aunque con una presencia cada vez más residual. Algunos expertos consultados señalan que, de mantenerse el ritmo actual, en pocos años el diésel podría quedar reducido a nichos muy concretos: flotas, vehículos de trabajo pesado o mercados con regulación laxa.
Paola Reyes Bohórquez.








