Es el renacer de un modelo que amén de su pintoresca presencia, rebelde contra los esquemas tradicionales, depara un buen futuro para la marca francesa, tanto en ventas como en reputación.
Hace ya 22 años, la marca del rombo le demostró al mundo que un auto urbano no tenía por qué ser cuadrado y aburrido. Nacía el Twingo en el Salón del Automóvil de París en septiembre de 1992, para ser lanzado posteriormente al mercado en Abril de 1993. Se presentó con vistosos colores y una atractiva y novedosa propuesta de diseño.
Llegó a Colombia en noviembre de 1995, y desde entonces se hizo por todos conocida la simpática silueta de este peculiar automóvil, que genera todavía amores y odios, pero que dentro de su amplio periodo de producción de 17 años en nuestro país dejó una marca distintiva dentro del panorama automotor nacional. No en vano se le conoce como el sucesor espiritual del Renault 4.
Sin embargo, con la premisa de retomar el espíritu del Twingo original, Renault presentó la tercera generación de su vehículo urbano por excelencia en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, dejando atónita a la prensa por sus soluciones de diseño y tecnología.
Es el renacer de un modelo que amén de su pintoresca presencia, rebelde contra los esquemas tradicionales, depara un buen futuro para la marca francesa, tanto en ventas como en reputación. Pero para tener tan buenos augurios deben tenerse buenos argumentos y atraer a los clientes, en este caso, a las nuevas generaciones que, como en 1993, buscaban un automóvil diferente del resto, salido del molde.
¿Qué ha empleado Renault para atraer a jóvenes compradores? Veamos:
Diseño Exterior
Primero lo primero. El nuevo Renault Twingo pretende “entrar por los ojos” y no escatima elementos gráficos y estilísticos para hacer notar tal intención. ¡Y cumple su cometido!
A una simpática carrocería de morro corto y habitáculo espacioso que recuerda en general a las formas del Renault 5, se suma un completo paquete de adornos y accesorios que realzan el carácter juvenil del auto, y sobre todo, lo más importante, que permiten hacerlo extremadamente personalizable a gusto del usuario. De modo que, aparte de ser tan fresco como lo fue el Twingo I en su día, se contará con la posibilidad de tener un automóvil individual, eso sin mencionar los vistosos colores disponibles.
En la parte trasera cuenta con un vistoso conjunto en el que destaca un acusado ensanchamiento de la carrocería desde la cintura hasta la parte inferior, que por su configuración recuerda al del R5 Turbo que fuera memorable en las competiciones de rallye de los años 80. Hace gala asimismo de un atractivo portón en acabado de cristal, a la usanza del Up! De Volkswagen, donde se destaca el rombo de Renault en gran tamaño y la inscripción “Twingo” en letras mayúsculas.
Y es precisamente en esta sección, la trasera, donde la magia del nuevo Twingo se esconde, porque la belleza trasciende más allá de la piel…
Motorizaciones
En este apartado, el nuevo Twingo impresiona tanto por lo novedoso de sus motores como de las soluciones que se han adoptado para acoplarlos en todo el conjunto.
Quien pretenda encontrar el motor del nuevo Twingo en la parte delantera se llevará una sorpresa. Adelante reposan los depósitos usuales de refrigerante, lavacristales, y además, el espacio para la batería, pero aparte de ello no se encontrará gran cosa.
El motor del nuevo Twingo se encuentra en la parte trasera, debajo del piso del baúl, y moviendo, como es lógico, las ruedas traseras. Esto le confiere un carácter radicalmente distinto al de los demás vehículos del segmento, cosa que promete mucho desde el punto de vista dinámico.
Es también, de paso, un homenaje al R5 Turbo de rallyes (como se anotó anteriormente) y a otros modelos emblemáticos de Renault como el 4CV, el Dauphine, el 8 y el 10, por mencionar algunos, que tuvieron una configuración que en esencia fue similar (motor y tracción traseros). Hay que anotar que la disposición del Twingo es, en todo caso, central-trasera transversal, es decir, el motor se ubica delante del eje trasero, cosa que garantiza nobleza dinámica y un excelente reparto del peso.
Ese esquema de propulsión cobra vida a través de dos motorizaciones, ambas de 3 cilindros y 0.9 litros en dos versiones, una atmosférica de 70 caballos y otra turbocargada de 90. Puede parecer poco, pero recordemos que se trata de un automóvil urbano que no supera los 3.5 metros de longitud (para comparación ver Fiat 500) y no olvidemos que esa configuración mecánica necesariamente influye positivamente sobre su agilidad.
Si hace 22 años el Twingo rompió esquemas por su distribución de espacio, ésta vez lo hace por su ingeniosa distribución mecánica, que hasta ahora ha dejado impresionado al público y le ha significado una gran aceptación.
Pasemos ahora al interior
El Twingo continúa en esta ocasión con su tradicional empleo de colores vibrantes para acentuar el interior del automóvil. A un habitáculo donde predomina el negro le aportan vida muchos apliques en colores vibrantes, cuya elección depende del usuario, y que resaltan la inteligente distribución de los comandos. Se destaca la posibilidad de contar con un equipo de audio de pantalla táctil con navegador integrado, o un emplazamiento para montar aquél independientemente.
La calidad de los materiales, en cambio, está en línea con los estándares del segmento y no brilla por su exquisitez o fineza, pero cumple muy bien su cometido de proveer una interfaz amigable al conductor y a los pasajeros.
Hablando de pasajeros, el Twingo tiene espacio suficiente para 4 personas, siendo destacable sobre todo la amplitud disponible para las piernas en las plazas traseras. Para darles cabida a los ocupantes, cuenta esta generación del Twingo con 4 puertas, que lejos de ser una desventaja, son un ‘plus’ que garantiza un acceso impecable al interior.
Que un automóvil pueda llevar cómodamente a sus pasajeros implica también que tenga buen espacio en el maletero, y en esto el Twingo no se queda atrás. Sus 190 litros de capacidad, usables en el baúl en la parte trasera, están en consonancia con las capacidades regulares del segmento, siendo destacable que la ubicación del motor no le roba espacio.
Sobre si hay un maletero en la parte delantera, aún no se ha podido evidenciar, Renault sólo permitió acceso a los depósitos de líquidos esenciales en ese espacio y la compuerta en vez de abrir como una tapa de motor tradicional era deslizante.
Como hemos visto, si algo hereda este nuevo Twingo de su primer antecesor es, aparte de la ‘rebeldía’, la inteligente utilización de los espacios, que convierte a este automóvil en un “pequeño gigante”.
Conclusiones
Estamos ante una genuina reinvención del concepto que por allá en 1992 asombrara al público. Más de dos décadas después y con un público ávido de novedades, Renault ha descrestado a los asistentes del Salón Internacional del Automóvil de Ginebra con una propuesta como pocas se han dado en la actualidad.
Salirse del molde –algo que ya hizo en 1992- le significará el aplauso y la aceptación de una generación cuyos horizontes son cada vez más amplios y que ha cobrado más conciencia de la industria automotriz, y en plena era de la masificación tecnológica, cada uno buscará la forma de ser distinto a los demás. El nuevo Twingo de por sí ya es distinto, y ahora la tarea le corresponderá a cada comprador.
Y es aquí cuando nos hacemos la pregunta del millón. ¿Llegaremos a ver éste vehículo en Colombia y será tan apreciado como el primero? La respuesta sólo estará en manos de nuestros amigos de Renault-Sofasa.
Juan Sebastián Camacho Guevara – Redacción Revista Virtual El Carro Colombiano
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