Con pruebas más duras, penalizaciones por fallas básicas y mayor exigencia tecnológica, Latin NCAP endurecerá los requisitos para obtener cinco estrellas en seguridad a partir de 2026.
Latin NCAP, el organismo que evalúa la seguridad de los vehículos que se venden en América Latina y el Caribe, confirmó que endurecerá sus protocolos de prueba para todos los modelos que aspiren a obtener cinco estrellas a partir del 1 de enero de 2026. La actualización regirá hasta el 31 de diciembre de 2029 y busca elevar el estándar de seguridad de los autos que circulan en la región.
A diferencia de protocolos anteriores, el nuevo esquema penalizará con mayor severidad la ausencia de elementos clave como anclajes para sillas infantiles, sistemas de asistencia avanzados o tecnologías de rescate poscolisión. Además, será obligatorio que el vehículo tenga un buen rendimiento en las cuatro áreas de evaluación: ocupante adulto, ocupante infantil, peatones y usuarios vulnerables, y sistemas de asistencia.
Latin NCAP destacó que el objetivo no es solo medir el desempeño en choques, sino también incentivar el uso de tecnologías que eviten accidentes. Por eso, el peso del frenado autónomo de emergencia (AEB), la detección de punto ciego y los sistemas de apoyo de carril será mayor en el nuevo protocolo.


Así funcionará Latin NCAP
En protección de ocupante adulto, las pruebas de impacto lateral y lateral de poste serán más severas. Se usará un nuevo dummy con mayor biofidelidad, los choques se realizarán a mayor velocidad y con una barrera de impacto más pesada. También se evaluará por primera vez la seguridad de los adultos en el asiento trasero, incluyendo desempeño en impactos frontales, laterales y traseros, además del riesgo de latigazo cervical.
En protección infantil, se incorporará un dummy equivalente a un niño de 10 años para pruebas frontales y laterales, priorizando la calidad de los sistemas de retención y la protección lateral de cabeza. La falta de anclajes Isofix o la imposibilidad de desactivar el airbag del acompañante reducirá de forma importante la puntuación final del vehículo.
El apartado de peatones y usuarios vulnerables también será más estricto, con mayor peso para el AEB y nuevos escenarios de prueba, como detección nocturna y presencia de ciclistas. En sistemas de asistencia, Latin NCAP elevará la exigencia de la Prueba del Alce, evaluará fallas a diferentes velocidades y premiará tecnologías como monitoreo de conductor, recordatorio avanzado de cinturón y conectores para sistemas de detección de alcohol.


Los cinturones serán prioridad
Una de las novedades clave es que los modelos sin limitador de velocidad o sistemas de información de velocidad máxima no podrán alcanzar matemáticamente la puntuación necesaria para aspirar a cinco estrellas. El organismo busca así alinear a la región con estándares internacionales más exigentes.
Latin NCAP también reforzará las evaluaciones de rescate poscolisión. Los autos serán penalizados si presentan dificultades para liberar cinturones, abrir puertas o extraer pasajeros. Tecnologías como eCall o la disponibilidad de hojas de rescate sumarán puntos adicionales. El organismo reiteró que, al igual que en el protocolo anterior, no basta con destacar en una sola área: un bajo desempeño en cualquiera de los cuatro aspectos reducirá la calificación general, incluso si otros apartados muestran buenos resultados.
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Jessica Vargas Álvarez







