Medios de comunicación japoneses avivaron los rumores sobre nuevos proyectos de colaboración entre Toyota y Mazda.
En los últimos días han circulado varios informes que apuntan a una posible alianza entre Toyota y Mazda para co-desarrollar un nuevo auto deportivo compacto que daría vida a las próximas generaciones del Toyota GT86 y el Mazda MX-5. La hipótesis fue recogida por medios de comunicación japoneses que avivaron los rumores en todo el mundo.
Dichos reportes sugieren que Toyota estaría explorando dejar atrás la colaboración histórica con Subaru en el proyecto GR86/BRZ para, en cambio, asociarse con Mazda y aprovechar la experiencia de la compañía de Hiroshima en deportivos ligeros y tracción trasera.
Estando así las cosas, el plan sería basar ambos modelos en una arquitectura concebida desde Mazda y adaptar esa base para ofrecer dos interpretaciones, una más cercana al espíritu del MX-5 y otra con la carrocería y el enfoque 2+2 que caracteriza al GT86. Pero no es todo lo que los medios en Japón dicen saber del proyecto.
Toyota y Mazda podrían dar vida a un nuevo auto deportivo
Los informes que circulan en internet parecen tener información suficiente sobre la citada colaboración, señalando que ingenieros de Mazda se habrían mudado a los centros de investigación de Toyota para trabajar conjuntamente en el desarrollo, mientras que la producción podría realizarse en las instalaciones de Mazda en Hiroshima.
Si todo avanza como se supone que está previsto, el lanzamiento comercial sería en 2028, dando paso a las nuevas generaciones de los Toyota GT86 y Mazda MX-5. Ahora, es momento de pensar qué razones hay detrás de esta estrategia de colaboración.
Lo primero tendría que ver con el ahorro de costos y tiempos de desarrollo gracias a la aplicación de ingeniera compartida. Además, le permitiría a cada marca conservar su identidad mediante calibraciones del motor, chasis y puestas a punto específicas. Siendo así, la eficiencia económica se convierte en uno de los aspectos más destacados del proyecto.
En cuanto a los aspectos mecánicos, los informes apuntan a que ambos vehículos deportivos podrían usar un motor atmosférico de 2.0 litros como parte de un sistema híbrido ligero. Aunque otras versiones habían citado el propulsor 2.5 litros, más eficiente, pero sin electrificarse.
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Jessica Paola Vera García.