Volkswagen no solo es un gigante en Europa, sino que ha jugado un papel crucial en la historia automotriz de China.
Volkswagen no solo fue la marca extranjera más popular en China, sino que también dominó el mercado automotriz en este país. La relación de VW con el gigante asiático comenzó en la década de 1980, un periodo marcado por la apertura económica. A medida que se transformaba en una economía, las puertas se abrieron para la inversión extranjera.
En 1984, la automotriz alemana firmó un acuerdo con el gobierno chino para establecer una empresa conjunta con la estatal Shanghai Automotive Industry Corporation (SAIC). Este acuerdo condujo a la creación de Shanghai Volkswagen, que comenzó a ensamblar autos bajo la marca Santana, un modelo que se convertiría en un símbolo de estatus.
La década de 1990 fue un periodo de gran crecimiento. La compañía europea capitalizó el creciente deseo de movilidad entre la clase media, y el Santana se convirtió en un fenómeno de ventas. A diferencia de otras marcas extranjeras que trataban de competir con modelos de lujo, Volkswagen adoptó un enfoque de accesibilidad.
El auge de Volkswagen en China: años ’90 y 2000
Volkswagen también entendió la importancia de la producción local. Mientras que otras compañías importaban la mayoría de sus autos, esta se centró en la producción dentro de China, lo que les permitió ofrecer precios más competitivos y satisfacer la creciente demanda.
A medida que China se adentraba en el siglo XXI, continuó fortaleciendo su posición. A través de sus joint ventures con SAIC y FAW, la marca alemana diversificó su línea de productos, incluyendo modelos como el Passat y el Jetta, que rápidamente ganaron popularidad.
Durante este periodo, no solo fue la marca más vendida, sino que también se convirtió en un pilar de la industria automotriz china, jugando un papel clave en el desarrollo de la infraestructura de producción y tecnología automotriz del país.
El declive y la transformación
Sin embargo, el dominio de Volkswagen comenzó a enfrentar desafíos a medida que otras marcas extranjeras y locales empezaron a ganar terreno. La entrada de competidores como General Motors, Toyota, y más tarde las marcas chinas como Geely y BYD, hizo que el mercado automotriz en China se volviera más competitivo.
A pesar de estos desafíos, Volkswagen se mantuvo como una marca clave en China, adaptándose a los cambios en el mercado. La compañía ha avanzado hacia la electrificación, con una fuerte inversión en vehículos eléctricos y tecnología de conducción autónoma, en respuesta a las nuevas demandas del mercado chino.
En medio de una situación caótica, VW sigue siendo una de las marcas más influyentes en China, aunque su dominio absoluto ya no es tan firme como en los años noventa, la historia de Volkswagen en China se resume en una combinación de estrategia local, adaptación cultural y visión a largo plazo.
LEA TAMBIÉN: Volkswagen Amarok 2025 llega renovada para América Latina, ¿qué cambió?
Jessica Paola Vera García. Foto vía: Excelencia del motor