A través de un comunicado oficial, Toyota informó de irregularidades en la certificación de sus motores diésel, a cargo de la división “Industries”.
Como medida preventiva ante las recientes irregularidades en la certificación de sus motores diésel, Toyota suspendió la entrega de, por lo menos, 10 de sus vehículos que se distribuyen en diferentes regiones del mundo y que, pudieron verse afectados. Las anomalías fueron dadas a conocer por el mismo fabricante japonés, publicando un comunicado oficial que explica lo sucedido.
Según lo relatado en el documento, Toyota había encargado a Toyota Industries Corporation (TICO), el desarrollo de motores diésel, y en medio de una investigación relacionada con certificación de emisiones a nivel local en Japón, se detectaron afectaciones de otro tipo. Se descubrió la presencia de irregularidades durante las pruebas de potencia para la certificación de tres motores diésel.
Propulsores incorporados a diferentes gamas de modelos Toyota, además de, Lexus y Mazda en menor medida. Esta lista incluye a Land Cruiser Prado, Hiace, Hilux, Fortuner, al monovolumen Innova y al Land Cruiser 300; al Lexus LX500d y la minivan Mazda Bongo Brawny. También, se incluyeron un par de vehículos de Hino. En el caso se reveló que fueron motores distribuidos, especialmente, entre 2020 y 2022.
Un problema más para Toyota
El nuevo problema al que se enfrente la gran automotriz, surgió durante las pruebas de certificación en las que, el rendimiento de los caballos de potencia de los motores (diésel) se midió utilizando un software diferente al empleado en la producción en masa. De modo que los resultados pudieron medirse para que los valores parecieran más suaves y con menos variación.
Si bien, se decidió suspender temporalmente los envíos de los propulsores afectados y a su vez, la distribución de los vehículos equipados con estos, se da un parte de tranquilidad. Según Toyota, no es necesario dejar de utilizar los motores o vehículos afectados que ya circulan. Las medidas, fueron tomadas para facilitar la investigación y como referente para la reestructuración de los procesos.
No se mencionó una estimación en cuanto a plazos y tiempos, pero la suspensión de las entregas de vehículos aplicará para los mercados de Japón, Europa, Medio Oriente, África y Asia. Las versiones de Hilux y Fortuner que se vende en América Latina, están exceptas de estas complicaciones. Tampoco afectó al Land Cruiser Prado de nueva generación.
La noticia se da en medio de la celebración de Toyota, por haberse coronado como el mayor fabricante de vehículos del mundo en 2023. En este sentido, dijo que implementará reformas drásticas en la cultura corporativa, en pro de cambiar la mentalidad de directores y empleados.
Este sería el tercer escándalo del grupo por irregularidades, después de las falsificaciones de emisiones de Hino descubiertas en 2022, y la manipulación que admitió haber realizado Daihatsu el año pasado, en pruebas de seguridad, que resultó afectando a varios modelos que se venden con la insignia Toyota.
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Jessica Paola Vera García. Fuente: Toyota
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