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Tras meses de estudio y análisis, el Gobierno presentó los resultados comparativos de las alternativas para la primera fase del Metro de Bogotá. Estos son los detalles y propuestas.
El proyecto del Metro de Bogotá ha sido objeto de un minucioso análisis por parte del Ministerio de Transporte, en colaboración con la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI). Esto con el objetivo de evaluar diferentes alternativas para su ejecución. Según los datos presentados por el Ministerio, el proyecto presenta un retraso en la fecha de entrega de tres años, estimándose su conclusión para el año 2028.
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El análisis, basado en la metodología del análisis ‘beneficio-costo’, reveló que la opción subterránea, concebida en 2014, representaba un mayor beneficio en términos de bienestar y calidad de vida para los ciudadanos bogotanos.
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Según la cartera de Transporte, esta alternativa, que cuenta con una longitud más amplia, un mayor número de estaciones y un costo superior, tiene un indicador de beneficio-costo superior a 1, lo que indica que los beneficios superan a los costos.
Metro subterráneo brindaría mayores beneficios
Entre los beneficios de esta opción subterránea se destacan la liberación de espacio en superficie, la reducción de tiempos y costos de operación. Así como un menor impacto ambiental y una mayor calidad urbanística.
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Por el contrario, la opción elevada presenta un menor alcance y genera un importante impacto negativo en el entorno urbano, según el Ministerio de Transporte. Sin embargo, el análisis de la SCI advierte sobre los riesgos de deformación en las edificaciones vecinas. Así mismo, la distancia entre estaciones que afecta la comodidad de los usuarios y la desconexión entre la primera y futura segunda línea del metro.
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Ante estos desafíos, se plantea una alternativa mixta que combina tramos subterráneos y elevados, lo que reduciría significativamente los impactos negativos y aumentaría los beneficios económicos y sociales para la ciudad.
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En conclusión, la propuesta mixta se presenta como la opción más favorable, con un mayor beneficio-costo y un VPN de $1,6 billones, en comparación con el proyecto elevado. Además, esta alternativa permitiría un menor impacto en el tráfico y facilitaría la interconexión con la segunda línea del metro proyectada.
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Es de resaltar que, el análisis del proyecto del Metro de Bogotá destaca la importancia de evaluar detalladamente las alternativas disponibles. Igualmente, considerar los impactos sociales, económicos y ambientales para garantizar una solución óptima para la movilidad de la ciudad.
Paola Reyes Bohórquez.
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