Daihatsu, subsidiaria de Toyota, suspende producción doméstica y ventas tras detectarse irregularidades en datos de seguridad y emisiones en 64 modelos.
Daihatsu Motor, filial de Toyota y fabricante de minivehículos en Japón, ha anunciado la paralización de su producción doméstica. Esto, al menos, hasta finales de enero. Todo se debe a las irregularidades encontradas en los datos de seguridad y emisiones de muchos de sus modelos.
La decisión se tomó después de que la compañía hiciera públicos los resultados de una investigación externa el pasado 20 de diciembre. Pues se detectaron anomalías en 64 modelos de Daihatsu y tres motores para vehículos, incluyendo 22 modelos y un motor vendidos bajo la marca Toyota.
Como consecuencia, el Ministerio de Transporte japonés llevó a cabo inspecciones en la sede del fabricante y algunas de sus plantas.
Reanudó ventas
Aunque Daihatsu ha retomado las ventas en Indonesia y Malasia tras la aprobación de las autoridades locales. Aún se desconoce cuándo se reanudará la producción a nivel doméstico y las ventas fuera de Japón, particularmente en varios países América Latina, donde el suministro de los modelos Yaris Cross y Yaris Sedán se vio afectado por esta situación.
La suspensión de la producción afectará a alrededor de 8.000 empresas proveedoras. Dichas empresas trabajan directa o indirectamente con Daihatsu, según informes de los medios nipones.
La empresa, con una cuota de mercado cercana al 30% en modelos de minivehículos, desempeña un papel esencial en la estrategia de expansión de Toyota en Asia.
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Es de anotar que, en el ejercicio fiscal 2022, Daihatsu produjo globalmente 1,7 millones de vehículos, la mitad de ellos fabricados en plantas domésticas.
Paola Reyes Bohórquez. Fuente: Gestión.