Para obtener una rentabilidad de 6.000 millones de dólares en el 2020, la compañía norteamericana cerrara siete plantas a nivel mundial al tiempo que anuncia el fin de producción de varios de sus modelos, como los Chevrolet Cruze y Volt.
Como parte de una fuerte reestructuración administrativa, la compañía multinacional General Motors anunció el cierre de siete de sus plantas a nivel internacional, al tiempo que hará un recorte del 15% de su fuerza laboral. Con dicha decisión busca lograr un ahorro operativo de 6.000 millones de dólares para el 2020, adaptándose a las “condiciones cambiantes del mercado”.
La presidenta y gerente general de GM, Mary Barra, informó en un comunicado que “las acciones que estamos tomando hoy continúan nuestra transformación para que sean altamente ágiles, resistentes y rentables, al tiempo que nos brindan la flexibilidad de invertir en el futuro”.
Plantas en cierre
Las plantas que se conoce que cerrarán sus puertas están ubicadas en Lordstown, Ohio; Hamtramck, Michigan (cerca a Detroit) y Oshawa, provincia de Ontario en Canadá. Otras instalaciones que reducirán sus operaciones son las de White Marsh, Maryland y Warren, Michigan, ambas dedicadas a la construcción de motores. Se cree que cerca de 15.000 personas perderán su empleo.
Además, habrían planes de finalizar procesos de producción y/o ensamble en otras naciones aún no confirmadas. Desde inicios del 2018 ya se conocía acerca del cese de operaciones de la planta de Gunsan, Corea del Sur, por encontrarse subutilizada.
Lea también: GM e Isuzu Motors renovaron alianza para producir buses y camiones Chevrolet
El fin para varios modelos
Como consecuencia de esta decisión, se dejarán de producir varios vehículos que eran armados en las plantas mencionadas, todos ellos de carrocería sedán: Chevrolet Cruze, Chevrolet Volt, Chevrolet Impala, Buick LaCrosse, Cadillac CT6 y Cadillac XTS. De cara al futuro, la firma anunció el desarrollo de una serie de vehículos eléctricos y autónomos, de los que aún no hay mayor información.
Así mismo, GM indicó que los cierres hacen parte de la aceleración de su “transformación para el futuro” y la “reorganización” de su plantilla global se hace para “alinear su capacidad de fabricación”. «Estamos ajustando la capacidad a las realidades del mercado», dijo Mary Barra.
Los costos han crecido exponencialmente para las compañías de autos norteamericanas, así como a sus proveedores. Los aranceles al acero importado le representan a GM un pago por impuestos de 1.000 millones de dólares.
Fabián Rojas Castañeda.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD