Construido sobre la base de un modelo Suzuki, el Daewoo Tico fue en la década de 1990 el carro más barato del mercado colombiano, cautivando a sus compradores más por práctico y económico, que por su aspecto.
La década de 1990 es recordada, entre otras cosas, por la explosiva llegada de nuevos modelos y marcas de vehículos al país gracias a la apertura económica. Dentro de ese contexto, en 1996 llegó al país el pequeño Daewoo Tico fabricado en Corea del Sur, posicionado en su momento como el carro más barato de Colombia con un diseño básico al extremo, pero teniendo practicidad y economía como fuertes argumentos.
Sin lograr una cifra de ventas tan destacada como la de otros autos populares y teniendo versiones en particular y taxi, el Daewoo Tico sobresalió como un auto asequible, económico y sencillo, además de muy servicial, en el que se podía llevar todo a pesar de su tamaño, siendo además el primer carro de muchos de sus compradores.
Orígenes del Daewoo Tico
Durante muchos años, el fabricante coreano Daewoo desarrolló la producción de vehículos gracias a licencias provenientes de General Motors y sus filiales alrededor del mundo, permitiéndole fabricar modelos como el Daewoo Racer/Cielo (originalmente un Opel Kadett de 1985), el Daewoo Espero con plataforma y motores GM, y por supuesto el Daewoo Tico, «city car» basado en la tercera generación del Suzuki Alto estrenada en 1988.
General Motors tenía una importante participación en Suzuki, circunstancia gracias a la cual Daewoo pudo acceder a la tecnología y diseños de sus vehículos. En el caso del Tico, su producción en Corea del Sur inició en 1991, utilizando la planta original de tres cilindros y 796 c.c. instalada en el Alto, capaz de entregar hasta 41 caballos de potencia.
Para su estreno internacional este pequeño auto realizó un recorrido Trans-Siberiano que duró 50 días, atravesando cerca de 20 mil kilómetros desde el observatorio astronómico de Greenwich en Inglaterra, pasando por las principales capitales de Europa y llegando finalmente a Pekín, en China.
Además de Corea del Sur, el Daewoo Tico fue producido en la antigua fábrica de Oltcit en Rumania, siendo muy popular en países de Europa Oriental como Rumania, Bulgaria, República Checa, Eslovenia, Croacia, Austria y Polonia. Su expansión internacional le permitió llegar a algunos países América Latina como Perú, donde se destacó como taxi, Bolivia y por supuesto Colombia.
Con el paso del tiempo se modificó el motor reemplazando el carburador por inyección electrónica, llegando también a tener versiones alimentadas con gas licuado de petróleo. Se mantuvo en producción hasta 2001 siendo reemplazado por el Daewoo Matiz, a la postre convertido en el archiconocido y popular Chevrolet Spark.
Llegada a Colombia
Despuntando los años 90, los carros nuevos más baratos que se podían comprar en nuestro país eran los Renault 4, Chevrolet Sprint y Mazda 323 Coupé, todos ellos con un excelente desempeño comercial y particularidades que les permitieron destacarse en su momento. Una vez se dio la apertura económica, los Lada, Oltcit, Tavria, Dacia, FSO Polonez y Yugo intentaron impactar pero no lo lograron.
Para 1996, en la parte baja del mercado local se ubicaban los Fiat Uno Mio, Chevrolet Sprint, Renault Twingo y Ford Festiva Hatchback. La firma importadora Didaewoo ya llevaba meses tratando de traer al Daewoo Tico a Colombia y se encontraron con una objeción internacional de General Motors, que intentaba impedir la expansión del pequeño auto en defensa de sus modelos populares, en nuestro caso, el Sprint.
Así se generó una enorme expectativa del público alrededor de este «city car» coreano, anunciado un año antes pero finalmente presentado a nivel local en julio de 1996, a un precio de $9.293.000 para la versión básica. En ese momento, un Chevrolet Sprint nuevo costaba $12.200.000.
Pequeño en tamaño pero grande en aspiraciones
El diseño fue un aspecto que convirtió a este auto en generador de amores y odios, pues claramente no buscaba ser bonito sino práctico, citadino y funcional. Su personalidad estaba claramente definida y expresada en líneas y aristas rectas, grandes ventanales, un portón trasero bruscamente rematado y totalmente recto y rines de 12 pulgadas.
Tras ingresar a su cabina se hacía evidente que se trataba de un auto económico, con lo necesario para cumplir con la función básica de transporte, pero particularmente amplio. El tablero solo abarcaba velocímetro, odómetro y otros indicadores básicos, mientras que el espacio interior podía aprovecharse mejor gracias a que los asientos traseros se podían abatir. El baúl ofrecía apenas 145 litros de capacidad.
Todos los Daewoo Tico que se vendieron en Colombia estaban equipados con un pequeño motor de 796 c.c. (0.8 litros) y tres cilindros alimentado por carburador de doble vénturi, capaz de generar una potencia máxima de 41 caballos a 5.500 rpm y un torque de 60 Nm a 2.500 rpm, acoplado a una caja manual de 5 velocidades.
Sus dimensiones apenas llegaban a 3,34 metros de largo, 1,40 metros de ancho, 1,39 metros de alto y 2,33 metros entre ejes, con un peso de 629 kilogramos en vacío. Al tanque de combustible le cabían 7,9 galones de gasolina.
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Versiones y equipamiento
Según señalan los reportes de la época, en Colombia se comercializaron tres versiones: SE, SL y Sport. En el modelo SE el equipo de norma era notoriamente rústico, limitado a limpiabrisas de dos velocidades y calefacción. Para el SL se adicionaban desempañador trasero, radio, llantas de perfil ancho, temporizador del limpiabrisas y apertura de la tapa del tanque de combustible desde la cabina.
En el Sport se podía acceder a aire acondicionado de fábrica, identificándose por una serie de decoraciones exteriores en plástico que pretendían mostrar un estilo «deportivo», pero con dudosos resultados a nivel estético.
Entre tanto, todas las versiones incluían «choke» automático, encendedor de cigarrillos, guantera con tapa, cinturones de seguridad retráctiles y asientos delanteros reclinables.
Netamente urbano
Concebido como un carro de vocación urbana con las características de un «kei car» japonés, y presentado en la publicidad como un auto juvenil, el Daewoo Tico gozó de relativo éxito en Colombia pues a pesar de sus virtudes, el diseño siempre fue un obstáculo al momento de la venta.
Para 1998 se incorporó a la gama una variante taxi, finalizando la vida comercial de este auto en nuestro país en 2001, siendo relevado como en el resto del mundo por el novísimo Daewoo Matiz que tras la adquisición de Daewoo por parte de General Motors, pasó a la producción nacional en 2004 como Chevrolet Spark, harto conocido en las calles colombianas hasta el día de hoy.
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Óscar Julián Restrepo Mantilla.