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Los orígenes de BMW en Colombia están en sus motos de motor Bóxer. Sus carros llegaron luego, cuando un hecho deportivo marcó su éxito.
PUBLICRÓNICA No. 108.
Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
El poder y omnipresencia de BMW entre las marcas de carros Premium no tiene discusión. Es el estándar mundial que rivaliza con la inventora del automóvil, Mercedes-Benz, y es la versión alemana del “duelo de titanes” que tiene cada país: Ford vs. Chevrolet; Toyota vs. Nissan; o Renault vs. Citroën. Sin embargo, se reconoce hace menos tiempo y tuvo una gran interrupción histórica, que también hizo eco en Colombia.
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El nombre Bayerische Motoren Werke (Fábrica Bávara de Motores) es centenario gracias a las plantas mecánicas que equipaban a los biplanos de la Primera Guerra Mundial, y que se prohibió a Alemania seguir produciendo cuando perdió el conflicto.
Justamente, hace 100 años se enfocó la producción en las motos de motor Bóxer con cilindros opuestos y cardán a la rueda trasera, que entraron a Colombia incluso como dotación de las Fuerzas Armadas. Esta imagen acompañó a BMW en Colombia y el mundo por más tiempo pues, aunque desarrolló carros de lujo desde los años 1930, le costó sobrevivir a la guerra y sus postrimerías.
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El regreso de sus motos a Colombia ocurrió junto a los nacientes vehículos europeos de posguerra, al despuntar los años 1950. Tuvieron publicidad constante en las páginas automotrices que cada lunes publicaba El Siglo, antes de que Rojas Pinilla lo cerrara al llegar al poder. No obstante, los automóviles BMW fueron desconocidos en nuestro país, al menos, hasta 1966.
BMW: así llegaron sus carros a Colombia
Transcurría la Feria Internacional de Bogotá de 1966 cuando apareció un escueto anuncio en El Tiempo, el 16 de septiembre de ese año. Ninguna fotografía ni ilustración, ni mucho menos su emblema de la rueda con los recuadros de la bandera bávara. Por cierto, erróneamente relacionada con una hélice en movimiento.
Solo se veían bloques de texto que anunciaban su arribo, junto a las letras “BMW” en la tipografía del periódico. Signos de admiración confirman la novedad, de la mano del alemán Arwed Muller. Fue él, junto su división Diesel Muller, quien tomó iniciativa de traer la marca que ya tenía modelos interesantes como el 1800, tal vez el primer carro BMW que Colombia conoció, antes del 2002.
Además de las motos, hay antecedentes de que en nuestro país se vendiera el pequeño Isetta, pero es improbable que su escasa comercialización haya sido bajo el modelo alemán licenciado. Esto habría ocurrido con el modelo italiano original de ISO, marca pionera en el ensamblaje nacional de motocarros.
Otra evidencia de la intención comercial de Arwed Muller con BMW quedó plasmada en anuncios de una columna en la poco conocida revista económica y cultural Arco, de iniciativa religiosa y hermana de la programadora Promec Televisión. En un anuncio muy limpio se ve, por fin, el emblema de BMW sobre un dibujo a tinta tipo clisé tipográfico del disruptivo 2000CS, del que se desconocen ejemplares en Colombia.
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El resto del anuncio describe que el mismo Muller también representa en el país, además de modo exclusivo, a los camiones, buses y motores M.A.N.
Vocación deportiva
Las carreras de los circuitos nacionales también ayudaron al despegue de BMW en Colombia, aunque en circunstancias controversiales. Cuando se realizó el Rallye Colombia de 1971, un empate técnico entre Álvaro Arango en uno de los novedosos Renault 4 de Sofasa y un BMW 2002 Alpina al mando de Francisco Triviño, no quedó del todo claro para muchos.
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Renault publicó su victoria en prensa, resaltando su victoria en todas las categorías y con sus cinco vehículos invictos. Pero ese mismo día, 24 de mayo de 1971, El Tiempo reportó denuncias de la Federación Colombiana de Automovilismo Deportivo por irregularidades en los resultados.
Siendo descalificada esta victoria absoluta de Renault, apareció en el periódico del 27 de mayo de 1971 un anuncio de 1/4 de página en el que, claramente, se veía el emblema de BMW y el frente dibujado del 2002 con sus riñones dobles y sus faros redondos. El titular era una clara respuesta a los números de Renault en la publicidad: “Solo UNO pudo ganar contra TODOS!”.
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De igual forma, el mérito era aún mayor por tratarse de un corredor sin patrocinios comerciales, y se complementaba con la sumatoria perfecta entre “la técnica alemana y la pericia colombiana”. Ahora, la representación nacional de BMW estaba en manos de la firma Discar Ltda.
Una larga carrera
Casi que estos anuncios, a los que se suman referencias dispersas anteriores a su actividad con motos, son las grandes evidencias de la llegada del único competidor que le plantó cara a Mercedes-Benz, que por cierto casi la absorbe en 1959, y que se destacó por su propuesta más liberal y deportiva respecto a la tradición formal impuesta por la estrella de tres puntas.
Dicha percepción, respirada desde hace más de medio siglo en el mundo, llegó hasta nuestros días con grandes ejemplares convertidos en objetos del deseo, e incluso, en dotación de la Presidencia de la República. No olvidamos su papel pionero en la electrificación con el i3, uno de los primeros carros eléctricos que llegó a Colombia. Así mismo, la adquisición y representación de la británica MINI.
Representada de manera oficial por la firma Autogermana desde 1982, BMW hoy también continúa con sus centenarias e irrenunciables motocicletas de cilindros opuestos con cardán. Por supuesto, también a la altura exclusiva de sus automóviles.
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CRÉDITOS:
– Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
– Edición de texto, reconstrucción digital de imágenes y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
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