Entre los proyectos olvidados de la historia automotriz hay un auto que, en los años 60, se trabajó para competir con el Renault 4. Finalmente, quedó en el olvido.

A lo largo de la historia automotriz han existido proyectos de nuevos autos que, aunque estuvieron muy cerca de la producción, diversos factores impidieron que finalmente salgan al mercado y lleguen a las vitrinas. Uno de ellos fue un prototipo desarrollado en la Francia de los años 60 para competir con los Renault 4 y Citroën 2CV en el segmento de entrada pero que, finalmente, quedó en el olvido.

En 1963, la industria automotriz francesa estaba en plena evolución, con varios fabricantes apostando por autos económicos y funcionales. En ese contexto, la compañía Simca (acrónimo de «Sociedad Industrial de Mecánica y Carrocería del Automóvil» en español) trabajaba en un mini auto compacto de tracción delantera que proyectaban como un fuerte jugador para el mercado europeo. Incluso, también para el internacional.

Conocido como Proyecto 936, o como Simca Isabelle, un carro pequeño y asequible que se ubicaba un nivel por debajo del conocidísimo Simca 1000, inspirado en el minúsculo e innovador Austin Mini, del que tomaba muchas ideas. Todo apuntaba a un rotundo éxito comercial, pero al final abandonaron el proyecto y se concentraron en otros modelos. ¿Qué pasó?

Simca 936 Isabelle, rival perdido del Renault 4

Simca 936 Isabelle, rival perdido del Renault 4

Simca 936 Isabelle: el rival perdido del Renault 4

Acorde al gusto de la época, el Simca 936 o Isabelle lucía líneas rectas y un aspecto funcional, priorizando el espacio interior para seguir un enfoque urbano y familiar, con un capó y maletero muy cortos. El prototipo medía cerca de 3,10 metros de largo por 1,40 de ancho y 1,50 de altura, con un máximo aprovechamiento de la cabina y con una gran ventaja sobre el Mini: la carrocería de cuatro puertas, que gustaba más a los franceses.

Entrando un poco más en detalle, su exterior llevaba ópticas sencillas y una parrilla minimalista, en una configuración diferente a la de sus rivales de la época, con el nombre «Simca» sobre las rejillas. Sumado a esto, tenía un techo alto respecto al resto de la carrocería, aspecto con el que buscaba dar una mayor comodidad en cabina. Curioso era el maletero, que no incluía a la ventana trasera sino que era una simple tapa, como en el Mini y el 2CV.

Adentro, contaba con una curiosa banca delantera enteriza pero de espaldares separados, montado sobre un travesaño que sujeta la carrocería; y un asiento trasero plegable completamente, que por entonces solo tenía el Renault 4. Además, el tablero concentraba los indicadores detrás del volante, dejando un gran espacio para guardar objetos. También hay un freno de mano «de pie», y palanca de cambios en la columna de dirección.

Simca 936 Isabelle, rival perdido del Renault 4

Simca 936 Isabelle, rival perdido del Renault 4

Innovación técnica

Cuando se trabajaba en el Simca 936 Isabelle, la configuración de motor y tracción delantera era novedosa y poco común, solo empleada en el Renault 4. Se proponía el motor de 944 c.c. que usaba el Simca 1000, con culata de aleación y disposición transversal, entregando cerca de 50 hp y un torque estimado en 80 Nm, unido a una innovadora caja manual de tres velocidades con opción de un sistema semiautomático. Algo inédito en la época.

Por otro lado, al tener una distancia entre ejes mayor a la del Mini, prometía ser más estable y brindar un mejor manejo en carretera, aún cuando no estaba pensado para viajes largos sino para uso citadino. Es así como se incluía una suspensión con barras de torsión en el eje trasero y brazos oscilantes en el delantero, entregando buenos resultados en cualquier tipo de superficies y en las maltrechas vías de las ciudades de entonces.

Esta configuración partía de la intención de entregar un equilibrio entre desempeño y economía aspectos prioritarios para el cliente al que apuntaba. Sin embargo, la combinación de ruedas muy pequeñas (de 10 pulgadas) y una carrocería alta no parecía ser muy acertada, así como el tratamiento de sus líneas, poco usuales en ese momento. Por eso, habría sido rechazado por las altas esferas de la compañía.

Simca 936 Isabelle, rival perdido del Renault 4

Simca 936 Isabelle, rival perdido del Renault 4

¿Qué falló?

Varios factores se atribuyen al abandono del proyecto 963, o Simca Isabelle. Uno de ellos es que Chrysler, propietario de Simca desde 1958 y su accionista mayoritario desde 1963, no quería producir carros tan pequeños. Ni siquiera si los buscaba la clientela. Por otro lado, era lógico pensar en que sus márgenes de ganancia no serían muy generosos. Según ingenieros de la época, hubiera sido más caro fabricar al Isabelle que al Simca 1000.

Como si fuera poco, la división de desarrollo de Simca no era tan grande como para desarrollar dos nuevos modelos al mismo tiempo y, a la par del 936 o Isabelle, se trabajaba en el futuro Simca 1100, que sí salió al mercado con gran éxito. Y, para rematar, la sensación que rondaba era que este auto, más que nada, era un capricho del jefe de diseño de Simca, Roger Dumas, cuyas ideas se tomaron entonces como muy locas e irrealizables.

Así las cosas, Simca se fue «a la fija» y mantuvo en producción al 1000 entre 1961 y 1978, concentrando sus inversiones en modelos más grandes y alineados con los intereses de Chrysler. Sin embargo, hay quienes dicen que Dumas se salió con la suya. Al parecer, luego llegó a Renault, y sus ideas habrían aportado al que fuera uno de los mayores éxitos del rombo: el Renault 5. De hecho, se le parece. Y mucho.

Simca 936 Isabelle, rival perdido del Renault 4

¿Tenía chance de llegar a Colombia?

Por su concepción de carro económico y popular, muy seguramente Colmotores, que produjo en Colombia a los vehículos Simca, hubiera buscado la manera de que el Simca 936 o Isabelle viniera al país. Sin embargo, al ser un carro complejo de producir para su época, tal vez esa intención se hubiera frustrado, máxime cuando su producción debía ser fácil para poder acoplarse a una planta sencilla, como la nuestra.

De todos modos, este pequeño auto hubiera podido ser una muy viable solución para quienes buscaban un carro económico y sencillo en los años 70, cuando el Renault 4 ya era el rey de nuestras calles. Era función la cumplió el Simca 1000, que se armó en la planta bogotana entre 1969 y 1977, siendo un rival muy digno para el «Amigo Fiel».

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Óscar Julián Restrepo Mantilla.
Fuente: Classic & Sports Car. Fotografías originales de Tony Baker para Classic & Sports Car, y Practical Classics en Facebook.