Debutó en el Salón del Automóvil de Ginebra 2018 la mini SUV Skoda Vision X, un prototipo que adelanta cómo será el modelo definitivo que la marca de origen checo prepara para el segmento B-SUV.
Sigue avanzando con fuerza la ofensiva de las diferentes marcas del mundo automotor para competir en el segmento B-SUV, más comúnmente conocido como de «mini SUVs». Ahora, con ocasión del Salón del Automóvil de Ginebra se presentó el prototipo Skoda Vision X, con el que la marca de origen checo nos acerca una idea de cómo será su próxima mini SUV, pariente cercana de las Seat Arona y Volkswagen T-Roc.
Sus líneas le dan un aspecto muy juvenil y atractivo con ópticas delgadas LED en dos niveles, parrilla frontal cromada con gruesas rejillas verticales, protectores de bajos en los bumpers, techo en color contraste y barras de techo, siguiendo patrones impuestos por otros modelos hoy presentes en dicho segmento.
Aspectos propios de la Skoda Vision X son el color de carrocería Flexgreen combinado con un techo gris, luces traseras tipo LED, rines de aleación de 20 pulgadas y un interior futurista que incluye tablero digital configurable y una gran pantalla táctil para controlar el sistema de infoentretenimiento, aspectos que seguramente pasarán al modelo de producción.
Conjunto motriz para gasolina, gas y electricidad
Pero la mayor novedad de la Skoda Vision X es la incorporación de un sistema motriz híbrido que combina propulsión a gasolina, gas natural comprimido y electricidad, hasta ahora inédito en la industria automotriz mundial.
El motor a combustión es un TSI G-TEC de 1.5 litros con Turbo, que entrega 130 caballos de potencia y torque de 250 Nm, funcionando con gas natural comprimido o gasolina, y asociado al tren delantero, mientras que el motor eléctrico mueve al eje trasero y se activa solo cuando es requerido.
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Óscar Julián Restrepo Mantilla.