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Transmilenio abre vacantes para conductores de SITP, pero son pocos los aspirantes ¿Por qué?

Hay vacantes para conducir los buses de Transmilenio, y aún con desempleo hay quienes prefieren no tomar este trabajo ¿qué está pasando?

Trabajo sí hay, como dicen por ahí, pero a qué costo y bajo qué condiciones se preguntan algunos, pues ser conductor de Transmilenio público no es fácil. Empecemos por los obstáculos que hay a la hora de tener la licencia requerida, un extenso y costoso proceso de tres millones de pesos. 

Lo anterior en virtud a que quién aspire a conducir un bus Transmilenio debe primero tener la licencia C1, luego escalar a la C2 y finalmente la C3. En este proceso más que el dinero es el tiempo al que debe someterse quien aspira, para luego cuando lo logra enfrentar el día a día de un conductor. 

Desde extensas jornadas laborales entre las 4:00 am y 11:00 pm, con tráfico pesado, accidentes, mal estado de vías, hasta insultos de los usuarios. En pocas palabras los conductores de Transmilenio exponen su vida, y lo hemos visto cuando por cuenta de la intolerancia atentan contra la vida de estos servidores.

Deficit actual de 6 mil conductores

El deficit actual de conductores de Transmilenio tiene en aprietos a la empresa, específicamente en los buses SITP azules, verdes y amarillos. Estas rutas sumamente importantes, pues recorren a fondo los barrios y sectores donde normalmente los buses articulados rojos no llegan.

Las cuentas están claras, de acuerdo al análisis qué hizo El Tiempo se necesitan entre 2,4 y hasta 2,6 conductores por cada bus que se mueve en la ciudad. Sí, es mucho, y corresponde a las extensas jornadas laborales, de ahí que se necesiten hasta 28 mil conductores para 10.902 buses que hay. 

Ahora bien, el salario de un conductor de Transmilenio es de $ 1’300’000, incluso por encima del mínimo actual, sumado a 300 mil de subsidio de transporte. Esto sin contar otros los beneficios que la empresa privada otorga a estos colaboradores, quizá en compensación a la ardua labor que desempeñan.

Además, el diario mencionado comenta que mientras que el salario ha mejorado, la condiciones en los contratos también, pues son a término fijo. Aún así los colombianos desempleados lo piensan más de dos veces antes de sentarse por hasta 10 horas en una silla para recorrer la caótica Bogotá. 

Paralelamente los que aún permanecen en el puesto, no dejan de hacerle frente a su situación para poder continuar bajo unas mejores condiciones. Juega un papel importante la cultura ciudadana y tolerancia de ambas partes a la hora de usar este medio de transporte público.

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María Alejandra Villamizar Sarmiento. Fuente: El Tiempo

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