La cuarentena decretada a causa del coronavirus obligó el cierre de numerosos negocios colombianos, incluidos los concesionarios automotrices. Asesores comerciales de estas empresas relatan cómo los ha afectado la situación.
Según el ultimo informe financiero de Andemos —que data de 2018— en Colombia existen por lo menos 357 distribuidores y concesionarios automotrices que hoy, debido a la crisis del Covid-19, tienen sus ventas y trabajadores prácticamente frenados.
Prueba de ello es el informe mensual de marzo de la misma asociación que, para el primer mes de cuarentena, reflejó una caída en ventas del 39,1 % frente al mismo mes en 2019. Fueron 12.290 unidades que también contrastan con las 20.547 de febrero de este año.
El golpe es duro para una industria que le genera al país ingresos por $55 billones y utilidades por $1,2 billones anuales según el DANE. Lo es también para la primera línea de trabajadores del sector frente al país, los asesores comerciales que en este momento atraviesan una dura crisis laboral.
La situación
Al hablar con asesores de distintas casas, es evidente que no hay un acuerdo en la forma de manejar el problema causado por el coronavirus, pues parece que cada concesionario ha manejado la crisis de acuerdo con sus capacidades.
“A mí me debían vacaciones, entonces me cancelaron contrato y me liquidaron completamente. A otros compañeros les congelaron los contratos, entonces no se paga durante la cuarentena, hasta nueva orden”, comentó una asesora* que laboraba para un reconocido concesionario.
Otro más comentó que su contrato continúa funcionando con normalidad. “Estamos trabajando desde casa. Nos remiten clientes, pero son escasos y pocas veces se cierra el negocio”, asegura.
Llega la virtualidad
Ante la crisis que ha generado el Covid-19 en el sector automotor, gremios como Andemos han salido a sugerir alternativas como “implementar programas de venta en línea y capacitar a los asesores en el uso de estas nuevas herramientas”.
Y, hay que decirlo, se ha aplicado. “Estoy trabajando como independiente a través de la plataforma virtual de la marca. Cada cliente que se interesa en un carro ingresa a un link donde pone sus datos y yo lo contacto para seguir el proceso”, explica la asesora.
En el segundo caso citado, el trabajador recibe “protección de la página oficial de la marca y de las redes sociales del concesionario”, que también le está dando a sus trabajadores capacitación en el uso de herramientas telefónicas y digitales para la venta de carros.
“Antes las ventas eran un 80 % en sala y un 20 % en línea, ahora los papeles se cambiaron a la fuerza y creo que se van a quedar así. Pienso que las vitrinas tienen que ser virtuales”, señala.
Los obstáculos
Si bien la idea de las ventas en línea parece una solución práctica, los resultados reales solo se verán cuando el RUNT publique el informe de matrículas para abril y Andemos, o la Alianza Andi-Fenalco para el sector, lo sistematicen.
Mientras tanto, la retroalimentación de los asesores no es la mejor. Según uno de ellos, “en el último mes he tenido unos 12 clientes, pero con ninguno se ha podido concretar porque todos quieren ver lo que van a comprar”.
Algo similar manifiesta un asesor independiente que trabaja con varias marcas. “Acá la cultura te lleva a que necesitas llegar al concesionario y conocer el carro, verlo y decidir. A muchos, incluso, les genera desconfianza recibir nuestras llamadas , no les gusta que uno tenga información de ellos”.
A eso, se suman otros factores como la falta de seguridad que muchos sienten frente a este tipo de negocios, la poca lógica en “sacar un crédito para tener un carro parqueado durante la cuarentena”, e incluso la ausencia de herramientas financieras y del sistema de matrículas para cerrar el negocio.
Esta semana el gobierno nacional inició su plan de reactivación económica, que en su primera etapa incluyó al sector de construcción y manufacturero, pero no al automotor. No obstante, los asesores, los concesionarios y el sector, perduran.
*NOTA DEL EDITOR: Los nombres de las personas y empresas consultadas para desarrollar esta nota fueron resguardados para proteger su privacidad y no afectar el desarrollo de sus actividades.
Lea también: Análisis – Después del Covid-19, ¿qué viene para el sector automotor colombiano?
Textos e investigación: Esteban Dávila Náder, Redacción EL CARRO COLOMBIANO.
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