Para promocionar su servicio de taxis, un centro comercial de Bucaramanga decidió rescatar la estructura de un viejo Chevrolet Chevette de dos puertas convirtiéndolo en una valla publicitaria.
En una de las avenidas de Bucaramanga, afuera de la fachada de un conocido centro comercial de la ciudad, junto a un centro empresarial y un hotel, sobresale la imagen de un Chevrolet Chevette de dos puertas, subido a una plataforma y pintado de amarillo. Pero, ¿qué hace allí este auto?
A lo lejos no es muy claro, pero una vez se está cerca ya es posible observar que básicamente se trata de las latas de un carro de esa referencia, que se han armado sobre una estructura diseñada para darle forma al vehículo y así, cumplir su función: Una valla publicitaria que promueve uno de los servicios que el lugar ofrece al público que allí asiste: la posibilidad de tomar un taxi al interior de sus instalaciones.
Para nadie es un secreto que el Chevrolet Chevette obtuvo mayor reconocimiento en el país gracias a su excelente desempeño en el segmento del servicio público, colocando la mayoría de los taxis que rodaron por Colombia en las décadas de 1980 y 1990. Sin embargo, para este caso particular no se armó un modelo de cuatro puertas, como fueron todos los taxis Chevette, sino uno de tres puertas.
A juzgar por las piezas utilizadas, el carro armado afuera del centro comercial combinó el frontal de un Chevette de segunda serie, con la parte posterior de un Chevette tres puertas de primera serie, careciendo de bumpers. La estructura quedó tan bien montada, que ofrece un aspecto muy real a simple vista.
Recordemos que el Chevrolet Chevette llegó a Colombia en enero de 1982 como punta de lanza de la gama Chevrolet en Colmotores, primero con carrocería de tres puertas y a partir de octubre de 1983 con carrocería de cuatro puertas, que fue la que finalmente logró éxito y popularidad como taxi.
Su presencia se extendió hasta 1996, utilizando motores de 1.4 litros y 61 caballos de potencia, y 1.6 litros con 80 caballos, con cajas de 4 y 5 velocidades respectivamente, siendo los 1.6 litros importados desde Ecuador.
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Textos y fotografías: Óscar Julián Restrepo Mantilla – Director Revista Virtual El Carro Colombiano.
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